El mundo del espectáculo está de luto. Kelley Mack, actriz estadounidense reconocida por su participación en series como The Walking Dead, Chicago Med y 9-1-1, falleció el sábado 2 de agosto de 2025 a los 33 años, tras una dura batalla contra un glioma del sistema nervioso central. La noticia fue confirmada por su familia el martes 5 de agosto a través de un emotivo comunicado publicado en su cuenta oficial de Instagram.
Un mensaje lleno de amor y despedida
El anuncio fue firmado por su hermana, Kathryn Mack, quien expresó: “Con una tristeza indeleble, anunciamos el fallecimiento de nuestra querida Kelley. Una luz brillante y ferviente ha pasado al más allá, hacia donde todos eventualmente debemos ir”. Según el comunicado, Kelley murió en paz, rodeada por su madre Kristen y su tía Karen.
La familia compartió que Kelley ya se ha manifestado ante sus seres queridos “en forma de mariposas”, una imagen simbólica que representa su espíritu libre y su conexión con quienes la amaron. “Será extrañada por muchos de una manera tan profunda que las palabras no pueden describirlo”, añadió Kathryn.
Una carrera construida con pasión y talento
Nacida el 10 de julio de 1992 en Cincinnati, Ohio, Kelley Mack mostró desde temprana edad un fuerte interés por el cine. Estudió cinematografía en la Dodge College of Film and Media Arts de la Universidad Chapman, donde comenzó a forjar su camino en la industria audiovisual.
Su debut llegó con el cortometraje The Elephant Garden (2008), que le valió el Student Visionary Award en el Festival de Cine de Tribeca. A partir de entonces, su carrera se expandió hacia la televisión y el cine, con participaciones en series como 9-1-1, Schooled, Chicago Med y el spin-off de Modern Family.
Sin embargo, fue su papel como Addy en la novena temporada de The Walking Dead el que le otorgó notoriedad internacional. Su personaje, secuestrado por los Whisperers en una de las tramas más impactantes de la serie, dejó una huella en los fanáticos.
Más allá de la actuación
Kelley también incursionó en el doblaje, colaborando como voz suplente de Gwen Stacy en la película ganadora del Óscar Spider-Man: Into the Spider-Verse. Además, trabajó como productora y directora en cortometrajes como A Knock at the Door (2016), premiado en el Atlanta Horror Film Festival y nominado en FilmQuest.
Durante más de una década residió en Los Ángeles, donde desarrolló una carrera versátil en cine, televisión, publicidad y producción independiente.
Homenajes y legado
La familia planea realizar un homenaje póstumo en Glendale, Ohio, y posiblemente otro evento en Los Ángeles, ciudad donde Kelley vivió y trabajó. Su partida deja un vacío profundo, pero también un legado artístico y humano que seguirá inspirando a nuevas generaciones.
Kelley Mack será recordada por su sensibilidad, su valentía ante la enfermedad y su compromiso con el arte. Su luz, aunque apagada en este plano, continúa brillando en cada proyecto que tocó y en cada corazón que la conoció.


