Un grupo de exalumnos del colegio San Felipe Neri se reúne cada cinco años para mantener viva la llama de la amistad y recordar los entrañables momentos de su juventud. Esta tradición, que ha perdurado desde su graduación en 1985, se ha convertido en un evento esperado tanto por quienes aún residen en la ciudad como por aquellos que han hecho de otros lugares su hogar.
Entre los asistentes se encontraban Diego Jurado, Wilson Benavides, Carlos Pazmiño, Wilson Zapata, José Pupiales, Héctor Angulo, Gerardo Rodríguez, Diego Yépez, José Bastante, Claudia Bolaños, Patricia Caicedo, Rubiela Insuaty, Fedra Ortiz, Amanda Vallejo y Sandra Oviedo. Cada uno de ellos ha forjado su camino en diferentes partes del mundo y en distintos departamentos de Colombia, pero el cariño por su alma mater y por su grupo de amigos los llevó a reunirse nuevamente.
Crecimiento personal
El evento inició con una emotiva eucaristía en la iglesia de San Felipe, un espacio que ha sido testigo de sus primeros pasos en la educación y de innumerables momentos de reflexión y crecimiento personal. La misa fue un momento de conexión espiritual y emocional, donde los exalumnos agradecieron por los caminos recorridos y por el reencuentro que les permitió recordar anécdotas y experiencias vividas durante su etapa escolar.
Tras la ceremonia, el grupo se trasladó a un acogedor restaurante local, donde el ambiente festivo se llenó de risas, abrazos y un sinfín de anécdotas. Conversaciones sobre los viejos tiempos se entrelazaron con historias de vida más recientes, cada uno compartiendo sus logros y desafíos. Algunos contaron sobre sus experiencias en el extranjero, como es el caso de Diego Jurado, quien ha vivido en Estados Unidos durante más de dos décadas y regresó a Pasto con un sinfín de historias que fascinaron a sus amigos.
Importancia
La reunión también sirvió para hacer un balance de cómo han cambiado sus vidas desde aquellos días de clases. Muchos de ellos recordaron a sus maestros y cómo estos influyeron en sus vidas, formando no solo académicamente, sino también como personas.
Los exalumnos también aprovecharon la ocasión para hablar sobre los retos actuales que enfrenta la educación en Colombia, y cómo ellos, desde diferentes trincheras, buscan contribuir al desarrollo de su país.
Momentos
A medida que avanzaba la noche, los recuerdos se intensificaron, desde las travesuras en las aulas hasta las primeras fiestas de graduación. Wilson Benavides, con una sonrisa nostálgica, recordó las horas de estudio y los momentos de camaradería que los unieron, haciendo hincapié en que, a pesar de la vida adulta, la esencia de su amistad sigue intacta.
El encuentro culminó con la promesa de un próximo reencuentro en cinco años, un pacto que reafirma su deseo de mantenerse unidos a lo largo del tiempo. Cada uno se llevó consigo no solo recuerdos, sino también la certeza de que, aunque el mundo sea vasto y cambiante, las verdaderas amistades siempre encuentran la manera de florecer. La reunión del grupo de exalumnos del San Felipe Neri no solo fue una celebración de sus vidas, sino un homenaje a la amistad que trasciende fronteras y el tiempo.