Este pueblo escondido en Cundinamarca parece sacado de un cuento y guarda un tesoro bajo tierra

Nemocón, el rincón que sorprende a quienes lo visitan

A tan solo 65 kilómetros de Bogotá, Nemocón se ha convertido en un destino imperdible gracias a su mina de sal, sus paisajes y su historia colonial.

Un tesoro bajo tierra

El principal atractivo es la Mina de Sal de Nemocón, un lugar único que cautiva con sus galerías iluminadas y su famosa cascada de salmuera.
Los visitantes recorren más de 1.600 metros de túneles donde la naturaleza y la mano del hombre crearon un espectáculo inolvidable.

Calles coloniales y tradición

Más allá de la mina, Nemocón conserva un casco urbano con calles empedradas, casas blancas y balcones coloridos.
La plaza principal es un espacio ideal para disfrutar de un café mientras se observa la vida tranquila del pueblo.

Gastronomía con sabor auténtico

El municipio también se destaca por su gastronomía. Platos típicos como la fritanga, el ajiaco y los amasijos hacen parte de la experiencia local.
Cada fin de semana, restaurantes y fondas reciben a los viajeros con recetas tradicionales que se mantienen vivas gracias a sus habitantes.

Aventura y naturaleza en Nemocón

Quienes buscan contacto con la naturaleza encuentran en Nemocón senderos ecológicos y miradores con vistas espectaculares.
Las caminatas guiadas permiten descubrir la flora y fauna de la región, además de conectar con la riqueza ambiental de Cundinamarca.

Un destino cerca de Bogotá

Llegar a Nemocón es muy fácil. Desde la capital se toma la vía hacia Zipaquirá y, en menos de dos horas, se arriba a este tesoro escondido.
El pueblo ofrece opciones de alojamiento para todos los presupuestos, desde hostales familiares hasta hoteles boutique.