Estados Unidos secuestró segundo buque petrolero frente a costas venezolanas

Estados Unidos incautó un segundo buque petrolero que transportaba crudo venezolano con destino a China, en medio de un contexto de creciente tensión militar y diplomática en el Caribe. De acuerdo con agencias internacionales, la interceptación se produjo cerca de aguas venezolanas, aunque un funcionario de la Casa Blanca aseguró que la operación fue ejecutada por la Guardia Costera de Estados Unidos en aguas internacionales.

Este nuevo episodio se suma a una serie de acciones recientes de Washington contra el comercio petrolero venezolano, y marca la segunda incautación de un buque en pocas semanas. El primer caso ocurrió el 10 de diciembre, cuando Estados Unidos detuvo otro petrolero, hecho que provocó un amplio despliegue militar en la región y una escalada en el discurso del presidente Donald Trump, quien lanzó advertencias directas a las embarcaciones que transportan crudo desde Venezuela.

La embarcación recientemente incautada navegaba bajo bandera panameña y trasladaba petróleo venezolano hacia China, uno de los principales destinos del crudo exportado por Caracas en el marco de las sanciones internacionales. Diversos analistas y sectores políticos consideran que esta acción podría constituir una violación del derecho internacional, al tratarse de una operación contra un buque civil en tránsito comercial fuera de aguas territoriales estadounidenses.

Este hecho ocurre en paralelo a una nueva ofensiva anunciada por Donald Trump, quien el pasado 16 de diciembre declaró un bloqueo naval total contra los buques petroleros sancionados que entren o salgan de Venezuela. El anuncio fue realizado a través de su red social Truth Social, donde el mandatario afirmó que ordenó impedir el tránsito de estas embarcaciones como parte de una estrategia de máxima presión económica y militar contra el gobierno venezolano.

Además del bloqueo naval, Washington informó sobre la imposición de sanciones a seis empresas vinculadas al transporte de crudo y a seis buques cisterna, reforzando el cerco contra la comercialización del petróleo venezolano. Estas medidas buscan limitar la capacidad de Venezuela para exportar hidrocarburos y obtener ingresos en divisas, pero al mismo tiempo han generado preocupación internacional por el impacto en la seguridad marítima y el respeto a las normas internacionales.

La situación ha despertado reacciones en distintos foros multilaterales. De hecho, se anunció que el Consejo de Seguridad de la ONU se reunirá de urgencia tras una denuncia presentada por Venezuela contra Estados Unidos, en la que Caracas acusa a Washington de agresiones, bloqueos ilegales y violaciones a su soberanía.

En conjunto, la incautación del segundo buque petrolero representa un nuevo punto de tensión en la crisis entre Estados Unidos y Venezuela, incrementa el riesgo de confrontación en el Caribe y refuerza el debate sobre los límites del uso de la fuerza, las sanciones unilaterales y el respeto al derecho internacional en el comercio marítimo global.