Estados Unidos se prepara exhaustivamente para ser un anfitrión ejemplar de la Copa del Mundo 2026, con ambiciosos planes que buscan hacer del torneo una experiencia inolvidable para jugadores y aficionados de todo el planeta
La federación estadounidense de fútbol trabaja intensamente en todos los aspectos organizativos y deportivos para garantizar que el Mundial 2026, que compartirá con México y Canadá, sea uno de los mejores organizados en la historia. Desde la renovación y modernización de estadios icónicos hasta la logística de transporte y hospedaje para millones de visitantes, Estados Unidos invierte recursos significativos para demostrar su capacidad de albergar el evento deportivo más importante del mundo. La infraestructura de clase mundial del país, combinada con su experiencia en organización de megaeventos deportivos, genera expectativas altísimas sobre lo que será esta edición del torneo.
Más allá de los aspectos logísticos, la selección estadounidense también trabaja en su proyecto deportivo para estar a la altura como equipo anfitrión y no decepcionar a su público local. Los dirigentes del fútbol norteamericano son conscientes de que ser buenos anfitriones implica no solo organizar un torneo impecable, sino también presentar un equipo competitivo que pueda ilusionar a los fanáticos locales y hacer un papel digno en el campeonato. El compromiso de Estados Unidos con este Mundial trasciende lo organizativo, buscando dejar un legado duradero que impulse definitivamente el crecimiento del fútbol en el país.