Las operaciones de los helicópteros Black Hawk de la Policía Antinarcóticos en Colombia han sido suspendidas por orden del gobierno de Estados Unidos, según informaron fuentes de la Policía Nacional y la Embajada estadounidense. Durante los próximos meses, estas aeronaves no realizarán misiones en territorio colombiano.
El contrato con la empresa encargada del mantenimiento de los helicópteros estadounidenses ha quedado paralizado, impidiendo la autorización de vuelos y dejando las aeronaves estacionadas en las distintas bases aéreas donde opera la Policía Antinarcóticos. Como resultado, las tripulaciones han sido notificadas de la suspensión de sus servicios hasta nuevo aviso.
Fuentes cercanas indican que la decisión se habría tomado tras un episodio de tensión diplomática entre Colombia y Estados Unidos, originado por la negativa del presidente Gustavo Petro a recibir dos aviones con ciudadanos colombianos deportados desde el territorio norteamericano.
En respuesta, el Departamento de Estado de EE.UU. emitió un comunicado subrayando que la decisión refleja su compromiso con la aplicación de sus políticas migratorias. «El presidente Trump espera que todas las naciones cooperen en la aceptación de los deportados que se encuentran ilegalmente en los Estados Unidos», señala el comunicado.
A pesar de esta medida, el gobierno estadounidense reafirmó su intención de continuar fortaleciendo la relación bilateral con Colombia y trabajar en intereses comunes. Asimismo, aseguraron que la lucha antinarcóticos sigue siendo una prioridad, pero enfatizaron la importancia de establecer estrategias que permitan construir un futuro más estable y poner fin a la crisis migratoria en la región.