Mauricio Muñoz

ESPEJOS PARA APRENDER

Días atrás acaeció un triste siniestro en la vía que comunica Chachagui con Pasto, metros más adelante del parque Chimayoy, dirección norte – sur, un carro tipo camión envistió a un taxi que venía por el carril izquierdo en dirección contraria al mismo.

La historia se completa gracias a la grabación que otro automóvil que se encontraba atrás del camión venía realizando, en dicho video se mira como el conductor del camión siniestrado se lanza desde el carro, esperando así salvar su vida, situación que no sucedió, pues según información de las autoridades, el conductor murió tras esa maniobra, además un taxi que iba en dirección contraria tuvo que sufrir el choque con el camión sin conductor, en el vídeo se evidencia los momentos de tensión que se vivieron en el sector. Según las primeras hipótesis emanadas de las autoridades que atendieron el accidente, este se presentó por un desperfecto en el sistema de frenos del camión.

De esta lamentablemente situación podemos analizar varios factores, el primero y el más evidente, la impericia del conductor del camión, quien lastimosamente no logro mantener su cabeza en frio y el terror hizo que actuara así, sin contar con la velocidad en la que venía conduciendo, la altura desde donde se lanzó, y un factor importante, la superficie a la que caería, estas tres variables aseguraban una conclusión fatal. Esta situación debe ser un campanazo de alerta para los centros de enseñanza de conducción, al igual para las empresas que aglutinan a los conductores de automóviles, no solo se debe capacitar en el marco de situaciones normales, se debe pensar en esos hechos extraños en donde la pericia del conductor se pone a prueba, además la formación debe ser constante y seria.

En el momento cuando se asiste a las clases para obtener la licencia de conducción, la reacción ante fallas mecánicas se aborda en clases teóricas, la recomendación que se da en estos casos es minimizar el riesgo para otros conductores y usuarios de las vías, pero en la parte práctica no se hace nada. Por las nuevas normatividades estos procesos de enseñanza tienen un costo mayor a años atrás, costo que con tranquilidad permitiría adquirir emuladores, como los tienen otros países, en donde se observe la reacción del aprendiz a posibles accidentes, así la enseñanza que se imparte será proporcional a la responsabilidad que tendrá quien logra acceder a una licencia de conducción.

De igual manera es importante analizar un tema que lastimosamente no se toma en cuenta, y es el estado mecánico de los autos, la mayoría de nosotros tomamos nuestro automóvil y salimos a cualquier lugar, no revisamos el líquido de frenos, el estado de las llantas, la corriente en la batería, e incluso, la vigencia de la carga del extintor. Es más, algunos conductores se atreven a conducir sus vehículos sin papeles en regla, o con algunos trucos propios de la Colombia del Corazón de Jesús, obtienen documentos falsos.

Lo sucedido días atrás es un mensaje para todos nosotros, tanto conductores o peatones, debemos buscar en lo posible minimizar los riesgos al hacer uso de calles o carreteras, si seguimos la norma, nos ceñimos a las reglas, nos capacitamos constantemente, conócenos nuestros vehículos entre otras acciones, los índices de accidentalidad disminuirán sin necesidad de campañas costosas carentes de trascendencia.

Por Mauricio Fernando Muñoz Mazuera