España apuesta por la inmigración para sostener su crecimiento económico y enfrentar retos demográficos, a pesar de las críticas de sectores conservadores que alertan sobre supuestos riesgos culturales y de seguridad. El Gobierno insiste en que los datos contradicen esos argumentos.
Debate por seguridad y cultura
El partido Vox sostiene que la inmigración africana es incompatible con la cultura española y supone un riesgo para la seguridad nacional. Afirma también que los delitos aumentan debido a los extranjeros.
El Gobierno rechaza esta postura y asegura que la delincuencia es hoy menor que hace 20 años, cuando no había grandes oleadas migratorias. Recuerda además que muchos delitos cometidos por migrantes son no violentos y están ligados a la pobreza. La Policía Nacional calificó como “desinformación” la idea de que los extranjeros disparan la criminalidad.
Un mensaje que gana apoyo
Aunque los datos contradicen las afirmaciones de Vox, las encuestas indican que su mensaje gana fuerza. Durante las fiestas de Moros y Cristianos en Valencia, varios asistentes expresaron opiniones divididas. Algunos elogiaron el aporte económico de los migrantes latinoamericanos, pero señalaron problemas con otras comunidades, especialmente marroquíes.
El Gobierno califica estas afirmaciones como engañosas. Señala que la inmigración ilegal desde el norte de África hacia España cayó un 40 % este año. El ministro del Interior, Fernando Grande-Mar laska, aseguró que España obtiene mejores resultados que Italia y Grecia, países que promueven políticas más restrictivas.
Control fronterizo y cooperación africana
Grande-Marlaska defendió un modelo que combina los beneficios de la inmigración legal con el combate firme a las redes ilegales. Explicó que la amnistía para indocumentados podría generar un “efecto llamada” para los traficantes.
El ministro afirmó que España prefiere “adelantar fronteras” con presencia en países africanos como Senegal, Gambia y Níger. Rechazó las críticas por colaborar con gobiernos no democráticos y aseguró que esos cuestionamientos son “eurocéntricos”.
Historias de supervivencia y esperanza
Las experiencias de los migrantes en España son variadas. Ali Maiga, llegado desde Ghana, vive en condiciones precarias y no ha logrado regularizar su situación. Otros, como varios latinoamericanos, enfrentan obstáculos, pero también encuentran apoyo social y oportunidades.
Entre ellos está Campiño, quien sobrevivió a unas inundaciones gracias a vecinos españoles. Su caso aceleró su legalización y hoy espera su pasaporte español. Planea visitar a su familia en Estados Unidos, pero asegura que regresará porque quiere seguir “viviendo aquí”.

