Por Carlos Gallardo
Al sentimiento de tristeza o enojo que experimenta una persona que no tiene o desearía tener para sí sola algo que otra posee o al deseo de hacer o tener lo que otra persona tiene le llamamos envidia.
Desde tiempos inmemoriales, incluso en uno de los primeros pasajes de la biblia dice que Caín, luego de sentir celos y envidia por su propio hermano Abel, lo asesinó con una quijada, recibiendo el desprecio y la ira de Dios siendo desterrado del paraíso.
Desafortunadamente y en estos tiempos, aún existe gente que siente envidia y lo digo porque he sido testigo de cómo gente habla mal de las personas sin tener ninguna razón y obviamente tengo conocimiento y evidencias de que hay gente que habla muy mal de mí a mis espaldas y son tan descarados que cuando me los encuentro me abrazan como si nada y me tratan como amigo.
Dando gracias a Dios casi nunca he tenido aquel sentimiento negativo de la envidia y si lo he sentido algunas veces ha sido envidia de la buena porque algún amigo o conocido a triunfado en algo que yo también quiero triunfar, sin embargo, en contra de mi existen muchas personas que no sienten envidia por lo que tengo, porque en realidad no tengo muchas cosas materiales, pero si por lo que soy, por mi forma de ser, por mi personalidad, por mi berraquera, entusiasmo y ganas de salir adelante y ser cada vez mejor.
Hay personas que se preocupan más por mi vida que mi propia familia y no porque les interese, sino porque simplemente quieren tener tem a de conversación e incluso a todo lo que hago o a cualquier error que cometo, porque como todo ser humano cometo errores, le aumentan y hablan de mas como viejas chismosas.
Hay una frase muy sabia que me la dijo mi primo y a él se la dijo su abuelito que dice que “es mejor despertar envidia que lastima”, lo cual es muy cierto, desafortunadamente aquí en Pasto la gente no te quiere ver mal, pero tampoco quiere verte mejor que ellos y es por eso que existe un dicho, muy maluco, por cierto, que dice que “pastuso come pastuso” y no es más que por la envidia.
En cuanto a los negocios aquí en Pasto ni se diga porque si usted pone cualquier emprendimiento a los pocos meses y en la misma cuadra le han puesto 3 o 4 iguales, de igual manera pienso que para todos hay, así que ese no sería el problema, el problema es que para que les consuman a ellos hablan mal de ti, demostrando ese sentimiento negativo de la envidia.
Como dice Yeison Jiménez en uno de sus temas populares “Nadie me vino a regalar, yo nací de la nada y mucho tuve que luchar dejen la maricada, porque en vez de ponerse hablar no ocupan bien su tiempo, no puede un pobre progresar les causa sufrimiento, que si llegue muy tarde ayer, o si me emborrache, que si algo caro me compre fue que me lo robe”.

