La jueza 67 de Control de Garantías ordenó este martes 12 de noviembre la detención en prisión de Juan Carlos Suárez Ortiz, implicado en el asesinato del joven Jaime Esteban Moreno Jaramillo, estudiante de la Universidad de los Andes, ocurrido el pasado 31 de octubre en Chapinero, Bogotá.
De acuerdo con la investigación, Moreno fue brutalmente golpeado a la salida de una fiesta de Halloween en el bar Before Club, tras una discusión con los agresores. La jueza determinó que Suárez actuó con “crueldad implacable” y demostró un “nulo respeto por la vida”, por lo que negó la solicitud de casa por cárcel presentada por la defensa, que argumentó que el joven sostenía económicamente a su madre y abuela.
La funcionaria judicial afirmó que las pruebas evidencian cómo el imputado regresó a golpear a la víctima, incluso cuando esta ya se encontraba convulsionando e indefensa, y que luego coordinó su huida al percatarse de la llegada de las autoridades.
Homicidio agravado y posible condena de hasta 50 años
Suárez Ortiz enfrentará cargos por el delito de homicidio agravado, que podría llevarlo a cumplir una pena de entre 40 y 50 años de prisión. La jueza elogió el trabajo de la Fiscalía y la Policía Judicial, destacando su eficacia para reconstruir los hechos y esclarecer la verdad del caso.

Detalles de la golpiza y el ensañamiento
Durante la audiencia, la jueza relató con dureza los resultados de la necropsia, en los que se evidencia la severidad de los golpes. Según explicó, Moreno recibió múltiples impactos en zonas vitales como el pecho, abdomen y cabeza, lo que le causó la muerte.
“En pocas ocasiones he visto una necropsia con esa cantidad de golpes y, sobre todo, en partes vitales del cuerpo. Es un hecho de crueldad atroz y violencia despiadada que refleja un desprecio absoluto por la vida humana”, señaló la jueza.

Avanza proceso contra segundo implicado

Mientras tanto, continúa la audiencia de judicialización de Ricardo González, el otro implicado en el crimen. Su defensa, a cargo de la abogada Gladys Marcela López, denunció supuestos comentarios discriminatorios durante el proceso, argumentando que se insinuó que su cliente, vendedor de perros calientes en el centro de Bogotá, no debía estar en una fiesta de la Universidad de los Andes por su condición económica.

López citó el testimonio de María Alejandra Palma, una de las asistentes al evento, quien aclaró que las entradas para la fiesta eran de libre acceso al público, y no exclusivas para los estudiantes de la institución.
El caso sigue bajo investigación, mientras familiares y compañeros de la víctima exigen justicia por la muerte del joven de 22 años, recordado por su compromiso académico y calidad humana.

