Ser padre de una hija es lo mejor que a un hombre le puede pasar, es el amor más puro que se pueda sentir a ese ser tan maravilloso que día a día te hace la vida más feliz.
Mi hija es el mayor tesoro que pueda tener y por eso disfruto cada momento que vivo con ella y trato de ser el mejor papá para que mi pequeña sepa que tiene a su lado alguien que la ama infinitamente.
Aunque a veces ese amor tan grande nos hace cometer errores y educar a nuestros hijos de manera equivocada, ya que cuando uno es padre por primera vez, se consiente mucho (sobre todo si es una niña) y queremos construir un mundo lleno de maravillas.
Precisamente leí en las redes un mensaje que nos hace caer en cuenta de cómo debemos educar a nuestras hijas, el cual quiero compartir a continuación:
“No eduques a tu hija para que sea una princesa, edúcala para que sea una guerrera.
No se trata de consentir a tu hija, se trata de prepararla para que sea capaz de conseguir lo que ella quiera con su propia fuerza.
Enséñale que las mujeres perfectas no existen, pero sí las mujeres valientes.
Enséñale que ella tiene el poder. El de decir que no cuando algo no le gusta, el de alzar la voz cuando algo le parezca injusto, el de terminar con una relación al primer indicio de maltrato, el de defenderse cuando alguien le ponga una mano sin su consentimiento.
Enséñale que hay victorias que no merecen la pena, y que hay derrotas que sí la valen.
Enséñale que debe ser independiente, que ella sola tiene la fuerza necesaria para salir adelante, y que no necesita de nadie más para estar completa.
Enséñale que todos los lujos que un hombre pueda darle, puede dárselos ella misma.
Y si le quieres enseñar algo realmente útil, enséñale que, a lo largo de su vida, tendrá que enfrentarse a sus peores pesadillas, y que las mujeres valientes no son aquellas que no tienen miedos, sino aquellas que no se dan por vencidas y luchan hasta vencerlos.
Enséñale que una mujer valiente es una mujer que vale la pena, y que a la felicidad le encanta acompañar a las mujeres valerosas que saben salir adelante por sí mismas”.
Sin duda, un gran mensaje el que nos deja este texto a los que somos padres y queremos lo mejor para nuestros hijos, donde la mayor enseñanza es que no debemos llenarlos de lujos y regalos, sino de amor y valor para que sepan que ellos mismos pueden cumplir sus sueños y metas.
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