Empezamos a vivir la temporada navideña, en medio de una alegre apertura económica, que hemos visto desde hace varios días en nuestra ciudad de Pasto y el departamento de Nariño en general.
Nos estamos refiriendo a unos días maravillosos en los que además de la Navidad, se empalma con la fiesta de fin de año y en nuestra región con el Carnaval de Negros y Blancos, que en el 2022 en vista que han mejorado las condiciones sanitarias con relación a la pandemia de Covid-19, será mucho más presencial que el evento que se llevó a cabo en el presente año, pero todavía no podrá ser el festejo al que todos estamos acostumbrados, puesto que precisamente por las medidas de bioseguridad que todavía exige el virus no se podrá realizar el majestuoso desfile de carrozas del 6 de enero.
Sin embargo, el comentario editorial de hoy no se refiere a nuestras tradicionales fiestas, sino a la inseguridad, tema que en esta temporada nos preocupa a todos.
En efecto, en estos días prenavideños que estamos viviendo a la ciudadanía y a las autoridades se les viene encima una delicada problemática, la cual es el alarmante desborde de la inseguridad, lo cual como sucede con el invierno es un hecho irreversible.
«Nos parece, entonces, que en esta época difícil que empezamos a vivir en lo que tiene que ver con el incremento de la inseguridad, debe existir una simbiosis entre nuestras autoridades y la ciudadanía, para que en una estrecha colaboración de apoyo y ayuda se haga un frente común para enfrentar la inseguridad en Navidad y fin de año».
Esto lo saben muy bien nuestras autoridades, la Policía Metropolitana de Pasto y la Policía Nacional, puesto que sus estadísticas en lo que tiene que ver con los días finales de noviembre y todo diciembre, muestran con absoluta claridad que la inseguridad se dispara de manera alarmante en lo que tiene que ver con toda clase de delitos. En ese sentido, esas estadísticas a las que estamos haciendo referencia, nos muestran que se disparan los casos de hurtos a la propiedad privada, los atracos, los robos de celulares, el cosquilleo o bolsiqueo, en fin, en el centro de Pasto. Toca andar con mucho cuidado y prevención, puesto que la verdad es que los delincuentes andan al acecho, en procura de aprovechar el menor descuido de los transeúntes para hacer de las suyas.
Se trata de una situación que no es nueva, sino de siempre, ya que la realidad es que los delincuentes incrementan sus actividades en los días finales del año, con el objetivo de también festejar la Navidad y el fin de año, pero a costa de sus víctimas, lo que no se debe permitir bajo ningún punto de vista.
Ante ese habitual aumento de la inseguridad, nuestras autoridades se ven obligadas a desplegar no solo en Pasto o Nariño, sino en todo el país, operativos especiales de Navidad y fin de año, los cuales incluyen un notorio incremento de la fuerza pública y la puesta en marcha, como se hace en estos momentos de campañas de prevención dirigidas a la ciudadanía, para que no se convierta en presa fácil de los malhechores.
Precisamente a ese punto es que queremos referirnos, para hacerle un llamado a la comunidad para que, como se dice de manera muy popular, no les dé papaya a los delincuentes. En ese sentido, la recomendación es para que se atienda las recomendaciones que hace la Policía para que la gente no les facilite sus ilícitas actividades a los ladrones.
Nos parece, entonces, que en esta época difícil que empezamos a vivir en lo que tiene que ver con el incremento de la inseguridad, debe existir una simbiosis entre nuestras autoridades y la ciudadanía, para que en una estrecha colaboración de apoyo y ayuda se haga un frente común para enfrentar la inseguridad en Navidad y fin de año.

