En una nueva jornada de violencia en el departamento de Nariño, al menos tres civiles perdieron la vida en medio de intensos enfrentamientos entre dos grupos armados ilegales en zona rural del municipio de Magüí Payán, cerca de los límites con Cumbitara, en el sector conocido como Patía Viejo.
Los combates comenzaron alrededor de las 6:00 de la mañana del pasado sábado en las veredas Doradillo y Tortugo-Magaly, ubicadas a orillas del río Patía Viejo, según confirmó el alcalde de Magüí Payán, Diego Caicedo. Las detonaciones y ráfagas de disparos provocaron pánico y el confinamiento forzado de más de 1.400 personas pertenecientes a 14 comunidades campesinas y afrodescendientes de la región.
De acuerdo con la información preliminar suministrada por líderes comunitarios y autoridades locales, una de las víctimas era el conductor de una lancha que se dedicaba al transporte de pasajeros por el río. El hombre fue asesinado a quemarropa por hombres armados, en circunstancias aún por esclarecer.
Las otras dos personas fallecidas murieron al parecer por impactos de bala perdida durante el cruce de fuego entre los grupos ilegales. Hasta el cierre de esta edición, las identidades de los tres civiles muertos no habían sido reveladas oficialmente, y se espera que en las próximas horas Medicina Legal haga el reconocimiento pleno de los cuerpos.
El alcalde Caicedo manifestó su profunda preocupación por la grave situación de orden público, y alertó sobre la crítica condición humanitaria en la que se encuentran los habitantes de las veredas afectadas. “Tenemos más de 1.400 personas, entre ellas niños, niñas, adolescentes, mujeres y personas de la tercera edad, completamente confinadas. No pueden salir de sus casas por miedo a quedar en medio del combate”, afirmó.
Según denuncias de las comunidades, no tienen ningún vínculo con los actores armados ilegales y se sienten atrapadas en un conflicto ajeno que amenaza directamente su derecho a la vida, a la movilidad y a la tranquilidad. Han hecho un llamado urgente al Gobierno nacional, a los organismos humanitarios y a las fuerzas de seguridad para que intervengan y garanticen su protección. A pesar de la gravedad de los hechos, hasta el momento no se ha producido un pronunciamiento oficial por parte de las Fuerzas Militares ni de entidades gubernamentales del orden nacional. La identidad de los grupos armados enfrentados tampoco ha sido confirmada, aunque en esta región del Pacífico nariñense operan disidencias de las FARC y estructuras del ELN, así como grupos de narcotráfico que se disputan rutas y control territorial.

