Tal como apareció descrito en la revista Astronomical Journal, la distintiva trayectoria gravitacional de un gran planeta oculto, está escrita en las peculiares órbitas de estos distantes cuerpos celestes. Llamados Objetos del extremo del Cinturón de Kupier, los cuerpos que se comportan de forma extraña trazan extraños círculos alrededor del sol que han sido un rompecabezas para los científicos durante años.
Es una evidencia prometedora de un noveno planeta pueda habitar el sistema solar, aunque el cuerpo celeste no ha sido visto todavía.
“Si vamos a tener otro planeta en el sistema solar, creo que será este”, dice Greg Laughlin de la Univeridad de California, en Santa Cruz. “Sería algo extraordinario si lo tuviésemos. Crucemos los dedos. Sería increíble.”
El equipo ha calculado que el planeta, si está ahí, tendría unas 10 veces la masa de La Tierra, o sería unas 3 veces más grande. Eso lo convierte en una súper Tierra o en un mini Neptuno – la clase de planeta que la galaxia es capaz de crear con increíble eficiencia., pero que ha estado ausente de manera notable de nuestro vecindario.
Además, se encuentra realmente lejos. Las simulaciones sugieren que su mayor aproximación al sol podría estar entre 200 y 300 veces más lejos que la de La Tierra. ¿Su posición más distante? Muy lejos en el espacio, entre 600 y 1200 veces más alejada que la de La Tierra.
“Esta cosa permanece en una órbita glacial, de duración excepcionalmente larga que probablemente tarda del orden de 20.000 años en dar una vuelta completa alrededor del sol,” dice Konstantin Batygin, del Instituto de Tecnología de California, quien representa la mitad del equipo de investigación del planeta.
Batygin y su compañero del Instituto de Tecnología de California Mike Brown no tenían planeado encontrar pruebas de la existencia de un nuevo vecino planetario – eso ocurrió por accidente. En 2014, otro equipo había descubierto un objeto llamado 2012VP113. Conocido coloquialmente como “Biden,” la órbita del nuevo cuerpo celeste era enigmática y similar a la de Sedna, otro cuerpo celeste descubierto más allá de Plutón.
Tanto Sedna como Biden trazaban caminos fuera de lo normal alrededor del sol, sugiriéndole a los científicos que la gravedad de un objeto lejano pudiese estar moldeando sus peculiares órbitas, así como las de ese otro puñado de cuerpos celestes lejanos.
Brown y Batygin observaron de cerca a seis de esos cuerpos celestes y determinaron que sus órbitas se agrupaban de una forma que no podía darse simplemente por casualidad. (“ La probabilidad de que eso ocurra es de un enorme 0,007 por ciento,” dice Batying.) A continuación
hicieron una simulación del exterior del sistema solar e intentaron descubrir como generar los patrones observados.
No tardando mucho, Batygin y Brown pudieron descartar los efectos gravitacionales intrínsecos al propio Cinturón de Kuiper, lo que significaba que buscaban un único escultor cósmico.
Añadieron un noveno planeta a la batalla, y jugaron con su órbita y su masa. Una masa 10 veces la de La Tierra y una órbita con forma ovalada explicaba con facilidad las misteriosas características de las órbitas de Sedna y Biden, así como las sendas escogidas por otros cuerpos celestes del Cinturón de Kuiper.
También explicaba la disparatada cantidad de cuerpos celestes que orbitan alrededor del sol de forma perpendicular a al plano del sistema solar. “Creo que dejamos de reírnos de nuestros propios cálculos llegados a este punto,” dice Batygin.
Brown y él sospechan que el planeta se formó mucho más cerca del sol y fue lanzado hacia afuera cuando el sistema solar era muy joven. Por aquel entonces, dice, el sol todavía estaba hecho un ovillo en su cúmulo de estrellas nativo, y las estrellas de su entorno habrían ayudado a acorralar al planeta volador y así evitado que escapase de las garras de la gravedad solar. Es una historia persuasiva, pero no todo el mundo está convencido con su credibilidad.
“Tiendo a ser muy desconfiado de las afirmaciones de que hay un planeta extra en el sistema solar,” dice Hal Levison del Southwest Research Institute. “He visto muchas, muchas afirmaciones de ese tipo a lo largo de mi carrera y todas ellas han resultado erróneas.”