Encuentran a pareja de esposos nariñenses con signos de tortura

En una tragedia que ha consternado a las comunidades del sur, los cuerpos sin vida de Patricia Sánchez y Héctor Mera, una pareja de esposos oriunda del corregimiento de Esmeraldas, en el municipio de El Rosario, Nariño, fueron encontrados en la tarde del pasado viernes en las inmediaciones del municipio de Timbío, Cauca. El hallazgo, que tiene desconcertados a los habitantes de la región, sucedió cuando residentes locales encontraron los cuerpos en plena carretera, sin signos vitales y con evidentes huellas de violencia.

Crimen sin compasión

Según testimonios de los habitantes de la zona, los cuerpos de los nariñenses presentaban signos claros de tortura. Ambos estaban amordazados, lo que aumenta la gravedad del crimen y plantea diversas incógnitas sobre los motivos detrás de este macabro suceso. La comunidad, aterrada ante lo sucedido, alertó de inmediato a las autoridades, quienes llegaron al lugar para realizar la inspección técnica de los cadáveres y comenzar con los actos urgentes.

Los primeros indicios señalan que la pareja podría haber sido víctima de un ataque violento perpetrado en algún punto entre Esmeraldas y Timbío, sin embargo, las circunstancias exactas de su muerte aún no han sido esclarecidas. La Fiscalía General de la Nación y la Policía Nacional han iniciado las investigaciones pertinentes, con el objetivo de determinar los responsables y el móvil del crimen.

Preocupación

Este trágico episodio se suma a una creciente preocupación por la seguridad en las regiones del Cauca y Nariño, donde los actos de violencia y criminalidad han ido en aumento en los últimos meses. La violencia ha sido alimentada por diversos factores, entre ellos, el conflicto armado y las disputas entre grupos ilegales que buscan controlar el territorio, lo que ha dejado una huella profunda en la población civil.

El caso de Patricia y Héctor ha generado una ola de indignación y dolor, no solo en sus familiares, sino también en las comunidades cercanas que conocían a la pareja. Amigos y conocidos recuerdan a ambos como personas humildes y trabajadoras, que se dedicaban a diversas actividades en su comunidad en Nariño. La tragedia ha dejado un vacío profundo en la familia y la comunidad, que claman por justicia y respuestas ante este cruel asesinato. Con las investigaciones en curso, las autoridades esperan esclarecer pronto los motivos detrás de este crimen y llevar a los responsables ante la justicia. Mientras tanto, los habitantes de la región siguen con temor, temerosos de que la violencia siga ganando terreno en una de las zonas más afectadas por el conflicto armado y el crimen organizado en Colombia.