En un nuevo y contundente operativo en contra de las estructuras armadas ilegales que operan en el suroccidente colombiano, el Ejército Nacional logró frustrar un atentado terrorista de gran escala en zona rural del municipio de Tumaco, Nariño. El procedimiento, liderado por tropas del Batallón de Selva N.° 53, adscritas a la Fuerza de Tarea Hércules, en coordinación con la Fiscalía General de la Nación y el Cuerpo Técnico de Investigación (CTI), permitió la localización de dos depósitos clandestinos con 117 cilindros de gas propano que serían usados como artefactos explosivos improvisados.
Estrategia
El hallazgo se realizó en la vereda La Espriella, una zona estratégica en la costa pacífica del país, históricamente golpeada por el conflicto armado y las economías ilícitas. Según lo informado por el Teniente Coronel Fabián Triviño Quintero, comandante del Batallón de Selva N.° 53, esta operación hace parte del Plan de Campaña Ayacucho Plus, una estrategia que busca debilitar las capacidades logísticas y financieras de los grupos armados organizados residuales.
Los cilindros incautados, con un valor superior a los 104 millones de pesos, pertenecerían al grupo armado organizado residual “Iván Ríos”, que opera bajo la autodenominada Coordinadora Nacional Ejército Bolivariano. Esta organización ilegal habría planeado utilizar los artefactos contra unidades militares, estaciones de Policía y posiblemente contra la población civil, replicando patrones de terror utilizados en años anteriores por otras estructuras armadas.
Amenazas
La acción de inteligencia permitió detectar los depósitos antes de que fueran movilizados o activados, lo que evitó una tragedia de grandes proporciones. El material incautado representa un golpe directo a las intenciones terroristas del grupo residual, y deja en evidencia su continua intención de desestabilizar la región mediante acciones armadas, extorsión, reclutamiento forzado de menores y control territorial a través del miedo.
Durante el desarrollo del operativo, las tropas enfrentaron un intento de obstaculización por parte de algunos pobladores del sector. Según informaron las autoridades, esta asonada habría sido promovida por redes de apoyo al terrorismo que operan en la zona. Sin embargo, la rápida reacción y el profesionalismo del personal militar impidieron que la situación escalara a un enfrentamiento, logrando asegurar el área sin causar víctimas ni heridos. Este resultado se suma a otros golpes recientes contra estructuras ilegales en el departamento de Nariño, una región donde confluyen diversas dinámicas criminales asociadas al narcotráfico, la minería ilegal y el contrabando.