Los paraderos de buses en el sur de Pasto se han convertido en un escenario de creciente inseguridad, especialmente en las primeras horas de la mañana, cuando estudiantes, trabajadores y ciudadanos en general se dirigen a sus destinos. Según denuncias de habitantes de la zona, los atracadores aprovechan la soledad de estas áreas para perpetrar robos violentos, dejando a las víctimas no solo sin sus pertenencias, sino también con un profundo miedo por su seguridad.
Darío Mendoza, líder comunitario y defensor de los derechos ciudadanos, afirmó ser una de las víctimas de estos ataques. En una emotiva declaración, narró cómo fue abordado por delincuentes que, de manera violenta, lo amenazaron con armas blancas para despojarlo de sus pertenencias. Mendoza expresó su preocupación por la creciente cantidad de casos similares que han afectado a personas en la misma situación, especialmente en las zonas menos concurridas durante las primeras horas del día.
Miedo
«Es una situación insostenible. Los atracadores aprovechan la tranquilidad de la mañana para atacar a quienes vamos a trabajar o estudiar. Nadie está a salvo», denunció Darío Mendoza, quien hizo un llamado urgente a las autoridades para que se refuerce la seguridad en estas zonas. «Es hora de que la policía se enfoque en las áreas donde más se necesita protección, y los paraderos de buses son uno de los puntos más críticos».
La líder Valentina Pérez, quien también ha sido testigo de estos hechos delictivos, aseguró que la inseguridad en los paraderos de buses del sur de Pasto se ha convertido en una verdadera pesadilla para los habitantes de la zona. Según Pérez, muchas personas se sienten obligadas a caminar distancias más largas para evitar ser víctimas de los ladrones, lo que afecta tanto la seguridad como la calidad de vida de los ciudadanos.
«Estamos cansados de vivir con miedo cada mañana. Ya no podemos ir tranquilos a esperar el bus, ni siquiera los estudiantes se sienten seguros», comentó Valentina Pérez. La líder enfatizó que la falta de patrullajes constantes y la escasa presencia de la policía en las zonas más afectadas han dejado a la comunidad en una situación de vulnerabilidad total. Ante esta alarmante situación, tanto Darío Mendoza como Valentina Pérez hicieron un llamado urgente a las autoridades locales y nacionales para que tomen cartas en el asunto y se implementen medidas de seguridad más estrictas. Los líderes comunitarios sugieren que se refuerce la presencia policial en los paraderos de buses durante las primeras horas de la mañana, además de aumentar los patrullajes en los puntos más críticos de la ciudad.

