El Instituto Departamental de Salud de Nariño (Idsn) acudió al llamado de la Defensoría del Pueblo en Bogotá y participó en el Puesto de Mando Unificado (PMU) para abordar la crítica problemática de la entrega de medicamentos en el departamento.
En el encuentro, la entidad expuso las razones por las que Nariño requiere con urgencia soluciones definitivas, ya que, a pesar de los esfuerzos adelantados por el Gobierno Departamental, la situación persiste y sigue afectando a miles de usuarios del sistema de salud.
“Vemos con preocupación el estancamiento en el flujo de recursos que impide la adecuada prestación del servicio. El seguimiento permanente que hacemos a las EPS frente a la cartera que tienen con gestores farmacéuticos nos indica que, con corte a mayo, la deuda asciende a $74.537 millones”, señaló el Idsn.
Situación
La directora de la entidad, Ana Belén Arteaga, manifestó que la situación genera un profundo impacto en los pacientes, quienes deben soportar largas esperas para recibir los medicamentos que les han sido formulados.
La problemática también golpea fuertemente a los hospitales de salud mental, a los cuales se les adeuda $88.931 millones, poniendo en riesgo su funcionamiento. “Solicitamos agilidad en el pago, de lo contrario, el panorama se agudizaría aún más”, advirtió Arteaga.
Si bien en mayo se evidenció una leve mejora en la entrega de medicamentos, el problema de fondo se mantiene, ya que la cantidad de fórmulas expedidas mensualmente supera ampliamente los fármacos que logran dispensarse.
Ausencia
La situación se agravó cuando, en febrero, Audifarma se retiró como gestor farmacéutico de la Nueva EPS en Nariño. La ausencia de una planificación para reemplazarlo dejó al departamento sin dispensación presencial durante dos meses, lo que afectó gravemente la atención a los pacientes.
Según la directora, los medicamentos que permanecen pendientes de entrega corresponden, en su mayoría, a tratamientos de alto costo y para enfermedades crónicas, lo que eleva el nivel de riesgo en la población afectada.
El adeudamiento de las EPS a los gestores farmacéuticos constituye una de las mayores dificultades del sector, ya que, sin el pago de las obligaciones, la cadena de suministro se interrumpe, afectando la disponibilidad de medicamentos esenciales.
Panorama
En el campo de la salud mental, el panorama es alarmante. Algunos hospitales han advertido que, de no recibir recursos pronto, podrían cerrar camas especializadas, lo que dejaría sin atención a pacientes en condición de alta vulnerabilidad.
Las autoridades departamentales instaron al Gobierno Nacional y a las EPS —entre ellas Emssanar, Sanitas y Nueva EPS, las de mayor deuda— a encontrar soluciones inmediatas para garantizar la continuidad del servicio y proteger el derecho fundamental a la salud de la población nariñense.
El Idsn insistió en la necesidad de establecer compromisos con plazos claros y mecanismos de verificación que aseguren el cumplimiento efectivo.
La Defensoría del Pueblo, por su parte, se comprometió a realizar un seguimiento riguroso a cada uno de los acuerdos alcanzados.
Organizaciones de pacientes y representantes comunitarios pidieron que este proceso no se limite a reuniones formales, sino que derive en acciones concretas que se vean reflejadas en la mejora real del servicio.

