En un significativo golpe contra el narcotráfico, la Armada de Colombia ha desmantelado un gigantesco laboratorio para el procesamiento de cocaína en el municipio de Mosquera, Nariño.
El operativo, desarrollado en la vereda San José, ha resultado en la destrucción de un complejo clandestino vinculado al Grupo Armado Organizado Residual Estructura “Alfonso Cano”, un grupo criminal de relevancia en la región.
El laboratorio ilegal, ubicado en una zona de acceso extremadamente difícil, estaba compuesto por seis estructuras rústicas construidas con tablas de madera y bolsas de plástico. Cada una de las instalaciones, con dimensiones que alcanzan hasta 28 metros de largo por 16 metros de ancho, estaba destinada a diferentes etapas del procesamiento de cocaína, incluyendo la cocina, preparación, secado, generación eléctrica y alojamiento para el personal. La capacidad total del laboratorio permitía albergar aproximadamente a 36 personas, lo que sugiere una operación de gran envergadura y sofisticación.
Contra el narcotráfico
En declaraciones a los medios, el Teniente Coronel de Infantería de Marina Carlos Grimaldo Landaeta, Comandante del Batallón Fluvial de Infantería de Marina No.41, destacó la importancia de la operación y reafirmó el compromiso de la Armada de Colombia en la lucha contra el narcotráfico. “Esta acción forma parte de nuestras operaciones continuas para eliminar las redes de narcotráfico en la región. Estamos comprometidos en evitar que los ríos de la región sean utilizados para actividades criminales y en proteger a las comunidades locales de los efectos devastadores de estas organizaciones”, afirmó el oficial.
Durante la operación, las tropas del Batallón Fluvial de Infantería de Marina No.41, que llevan a cabo la operación fluvial, encontraron y confiscaron una impresionante cantidad de insumos químicos y equipos utilizados en la producción de cocaína. En el interior del laboratorio fueron hallados más de 11 mil galones de insumos líquidos, entre los que se encontraban thinner, ácido nítrico, amoníaco, acetona, gasolina y ACPM. Además, se descubrieron 1,4 toneladas de insumos sólidos como sulfato de amonio, carbón activado, cloruro de calcio, soda cáustica y cal.
Alcaloide
En el transcurso de la operación, los Infantes de Marina también destruyeron una amplia gama de equipos utilizados en la fabricación y embalaje del alcaloide. Entre los equipos desmantelados se encontraban compresores, destiladeros, prensas hidráulicas y electrobombas, herramientas esenciales para la producción a gran escala de cocaína. El impacto económico de la incautación es considerable. La Armada estima que la operación ha afectado las finanzas de las organizaciones criminales en más de 987 millones de pesos, debilitando significativamente sus capacidades de producción y distribución de estupefacientes.

