El Comedor Solidario de Ipiales continúa realizando acciones sociales con diferentes grupos poblacionales, entre ellos adultos mayores y habitantes de calle, brindándoles alimento una vez al día. De igual manera, el coordinador invitó a la comunidad en general a colaborar con ayudas como alimentos no perecederos.
El coordinador del Comedor Solidario, William Narváez, manifestó “esto comenzó con el almuerzo de la misericordia con unas señoras y a medida de que fue funcionando se vinculó la fundación a cargo del señor Arturo Correa, desde ahí se ha venido dando todos los días la comida a todos los adultos mayores, desplazados y gente de la calle, de ahí estas señoras se retiraron del comedor y quedó simplemente a cargo la fundación del antiguo hospital, desde ahí viene funcionando hace más o menos unos tres años”.
“Por eso quiero hacer un llamado a la población de Ipiales, a la gente de buen corazón, nos hagan llegar las ayudas de alimentos perecederos, no perecederos, todo lo que tengan buen haber para traerlo acá, tenemos un aproximado de 100 personas diarias que vienen a comer, se les da una sola vez al día. La financiación directa que tenemos aquí es de la fundación, a veces cuando no trae la gente del pueblo de Ipiales, directamente la fundación tiene que proveer lo que hace falta en el comedor, como se sabe es a veces difícil alimentar a tantas personas entonces llega gente que nos ayuda con arroz, con papas, con leche, con atún, todo lo que traen es bienvenido porque eso es para alimentar a todos los muchachos”, agregó.
Tolerancia
De igual manera, Narváez se refirió a algunos de los inconvenientes con los que tienen que enfrentarse.
“A veces o uno se ve ultrajado, entonces se tolera a la gente, lo insultan porque es difícil aceptar a personas que vienen embriagadas y hacerlas entrar porque ellos son muy conflictivos, lo mismo a gente que viene drogada, entonces a ellos no se les permite el paso, simplemente se les recibe la tarrina o el vasito para que lleven su comida, pero a veces es difícil porque se ponen a pelear y a buscar conflicto”, indicó.
“En la cocina tenemos a dos personas que colaboran con la comida diaria y tenemos otros ayudantes que son voluntarios como Miguelito que es una persona que antes comía aquí, quedó sola y yo le di el chance de que este acá adentro para que no lo maltraten afuera, hay varios voluntarios que vienen de vez en cuando, también tenemos personas de la fundación, estudiantes que quieren venir a colaborar con una acción social dentro de la cocina. Quiero hacer un llamado muy especial a la ciudadanía para que nos colabore”, concluyó el coordinador.

