En el parque Rumipamba fue asesinado un hombre

Un nuevo caso de violencia urbana estremeció a los habitantes del centro de Pasto. En las últimas horas del día viernes, las autoridades fueron alertadas por el hallazgo de un hombre sin signos vitales en pleno parque Rumipamba, ubicado en la carrera 27 con calle 16, frente a la iglesia de San Andrés y al costado del edificio principal de la Alcaldía Municipal de Pasto.

La víctima fue identificada como José Luis Erazo Montenegro, de 57 años, quien habría sido asesinado con arma blanca en medio de una discusión, en lo que se presume fue un acto de intolerancia. El presunto agresor huyó del lugar, y aunque las autoridades ya tendrían pistas sobre su identidad, el responsable aún no ha sido capturado.

De acuerdo con las primeras indagaciones, la víctima habría sostenido una riña con otro sujeto en medio de un aparente conflicto generado por el consumo de licor. En medio del altercado, el atacante habría utilizado un arma blanca para propinarle varias heridas a Erazo Montenegro, quien murió en el lugar de los hechos antes de recibir atención médica.

El parque Rumipamba, donde ocurrió el crimen, es un punto neurálgico de la ciudad por su ubicación central. No obstante, ha sido constantemente señalado como un lugar problemático por los vecinos del barrio San Andrés, quienes desde hace varios años vienen denunciando la ausencia de control y presencia institucional en esta zona, pese a estar frente a las oficinas del gobierno local.

El sector se ha convertido en un foco de riñas, consumo de estupefacientes, venta de bebidas alcohólicas tradicionales como los hervidos hechos con chapil, así como de constantes atracos y peleas callejeras. Estas situaciones, aseguran los líderes comunitarios, han sido puestas en conocimiento de diferentes administraciones municipales sin que se adopten medidas eficaces para mitigar el problema.

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“Este parque se volvió tierra de nadie. Aquí se consume droga a plena luz del día, se emborrachan, se agarran a pelear y nadie hace nada, ni siquiera la Alcaldía que tiene su sede al frente”, manifestó un habitante del sector, visiblemente indignado por lo ocurrido.

La ciudadanía también ha expresado su preocupación por la facilidad con la que se comercializan licores artesanales, sin ningún tipo de control sanitario ni regulatorio, lo cual ha incrementado el desorden y la inseguridad en el lugar.

Tras la muerte de José Luis Erazo Montenegro, la comunidad espera que este hecho no quede impune y que, además, sirva como punto de quiebre para que el gobierno municipal intervenga de manera decidida en la recuperación del parque Rumipamba.

Dirigentes barriales han reiterado su llamado al alcalde de Pasto para que se tomen acciones contundentes en este espacio que, más allá de su valor simbólico, merece ser un punto de encuentro ciudadano y no un escenario de violencia y abandono.