Ante la grave emergencia que se presenta en estos momentos en Rosas, jurisdicción del vecino departamento del Cauca, Nariño comienza a sufrir varias afectaciones, situación a la que nos referimos en el espacio Editorial de ayer viernes.
De allí, que en las últimas horas seguimos con especial detenimiento, la visita que hizo a la zona del desastre, el Presidente de la República, Gustavo Petro, quien, en el escenario del gigantesco deslizamiento, manifestó que habrá una histórica inversión para la construcción de la doble calzada Pasto-Popayán, una de las obras más anheladas por los nariñenses durante los últimos años.
Expresó el mandatario nacional que la actual situación amerita soluciones a mediano y largo plazo y entre ellas, se refirió a la histórica inversión que su Gobierno se propone realizar en la mencionada vía, la cual señaló quiere que se extienda desde el municipio caucano de Santander de Quilichao a Popayán, de allí hasta Timbio, El Estanquillo y de allí a Chachachi, un proyecto que según lo manifestó el presidente Petro tendría un costo de 12 billones de pesos.
No podemos negar que se trata de un anuncio alentador, pero bien sabemos que del dicho al hecho hay mucho trecho, aunque no se puede desconocer que el mandatario nacional se asesoró bien, puesto que el recorrido que menciona evita las fallas geológicas, que son las que hoy precisamente, nos tienen en esta difícil situación.
En lo que tiene que ver con nuestro Departamento de Nariño, nosotros insistimos en que la doble calzada Pasto-Popayán, es una obra de la que se ha dicho mucho en nuestra región, pero no se ha podido concretar, por lo que nuestro concepto es que ha faltado un mayor compromiso por parte de nuestra dirigencia, en especial, el sector de nuestros congresistas. Creemos no ser injustos en esta crítica, puesto que a través del tiempo no hemos sido testigos de que alguno de los integrantes de la bancada nariñense en el Congreso de la República, se haya referido con determinación en defensa de esta obra, que ahora, ante la delicada emergencia que se está presentando, mucha falta nos está haciendo. En ese sentido, nos parece que con anterioridad a la tragedia que se acaba de presentar en la vía Panamericana, fue mucho lo que se pudo hacer para evitar la gigantesca crisis que hoy nos causa la naturaleza. Creemos entonces, que las voces y clamores no se alzaron a tiempo y, por lo tanto, ahora poco vale lo que se diga, cuando la emergencia que nos perjudica de manera tan grande, nos ha hecho iniciar el Nuevo Año en medio de una gran incertidumbre. En este orden de ideas, tendríamos que señalar como un terrible complemento, la espantosa corrupción que sacude a muchos de los estamentos del Gobierno Nacional, así como a los sectores políticos, para quienes como se demostró en el escándalo de Odebrecht, importa mucho más el dinero mal habido que el buen trazado de las obras viales.
Por lo tanto, consideramos que ante los recientes anuncios formulados por el Gobierno Nacional, es obligatorio la puesta en marcha de un comité veedor del cual hagan parte personas de elevado espíritu cívico, quienes no encuentren contaminadas por el monstruo de la corrupción.
Estamos seguros que con esta clase de veedores ciudadanos, con lupa en mano, se podrá empezar a supervisar desde su comienzo lo que serán estas transcendentales obras, para que no vaya a ocurrir lo de siempre: que toneladas de dinero se esfumen sin ninguna clase de explicación.
Por lo pronto, debemos decir que hoy los avatares de la naturaleza, nos obligan a todos los nariñenses a mostrar nuestro amor por la región y la férrea defensa que debemos hacer de la misma.

