Narli Prado, monitora.

Emprenden planes para impulsar el potencial cultural de la costa

En un hito trascendental para la consolidación de la paz en la región, la implementación de los acuerdos ha dado paso a la apertura de la Unidad Productiva de la Escuela Taller de Tumaco. Este proyecto, concebido como un instrumento para la reconstrucción social y económica, se gesta como un faro de esperanza para aprendices y egresados, ofreciéndoles la oportunidad de realizar prácticas y ser contratados para servicios de alimentación.

La iniciativa no solo busca impulsar la formación técnica de los participantes, sino también dinamizar la economía local y destacar el potencial cultural y productivo de la región. El espacio ofrecido permitirá la promoción y comercialización de productos y servicios generados por los beneficiarios de la institución y sus organizaciones aliadas.

Entusiasmo

La monitora de técnica en cocina, Narli Prado, compartió su entusiasmo ante esta nueva etapa. «Es satisfactorio cuando las personas prueban con gusto lo que se prepara. Estos reconocimientos nos motivan a seguir aprendiendo en cuanto a combinar los sabores de la región y otras regiones», expresó con una sonrisa que reflejaba la pasión por su labor.

La Unidad Productiva no solo representa una oportunidad para el crecimiento personal y profesional de los participantes, sino que también se convierte en un motor de desarrollo sostenible para el Puerto. La diversificación de los servicios ofrecidos, desde la preparación de alimentos hasta la comercialización de productos locales, promete generar un impacto positivo en la comunidad.

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La apertura de este espacio no solo resalta los logros alcanzados en el proceso de paz, sino que también simboliza la capacidad de transformación y resiliencia de la comunidad. A través de la formación y el impulso económico, este escenario formativo se erige como un modelo a seguir en la construcción de un futuro próspero y unificado.