Flor Imbacuan, Nominada al Premio Mujer Cafam
Flor Imbacuan, una mujer indígena del Resguardo Carlosama, ha demostrado que la tradición del tejido puede ser mucho más que una habilidad ancestral; puede ser un motor de cambio social. Su nominación al Premio Mujer Cafam es el reconocimiento merecido a años de esfuerzo y dedicación en la construcción de un proyecto que va más allá de las fibras y los hilos.
Hace 13 años, Flor enfrentó un desafío: revitalizar la tradición del tejido con mujeres indígenas en su comunidad. Antes, el arte de tejer era subestimado, pero hoy, gracias al esfuerzo colectivo, han construido un tejido social que dignifica el rol de la mujer en el Resguardo Carlosama. Flor, con coraje y determinación, ha unido las manos de su gente para crear no solo obras tejidas, sino un camino hacia la autonomía y la prosperidad.
Su proyecto de ruanas, más que prendas de abrigo, se ha convertido en símbolos de empoderamiento para la mujer y la comunidad. Flor sostiene con orgullo que el cambio es visible en cada tejido, en cada puntada que representa la transformación de vidas y la generación de ingresos para las familias indígenas.
Flor no se detiene ahí. Su visión incluye la construcción de una escuela para transmitir estos saberes a las generaciones futuras, asegurando que la tradición y el empoderamiento continúen. Además, lidera un proyecto de tejido con enfoque en la salud mental, reconociendo la importancia de apoyar a las mujeres para que sigan adelante, tejiendo no solo prendas, sino también fortaleza emocional.
La nominación al Premio Mujer Cafam no solo reconoce su labor como empresaria y líder comunitaria, sino que también la convierte en un referente inspirador para los jóvenes. Flor demuestra que es posible cambiar los territorios sin necesidad de abandonarlos, que el empoderamiento femenino puede ser la clave para transformar comunidades enteras. Flor Imbacuan se siente afortunada como mujer indígena, empresaria, madre y esposa. Ha logrado un equilibrio admirable entre sus roles, demostrando que el tejido de la vida puede ser tan complejo y hermoso como las ruanas que crea con sus manos. Su nominación no solo es un logro personal, sino un reconocimiento a la resiliencia, la constancia y la belleza que se encuentra en cada hebra de su labor. En palabras de Flor, lo importante es soñar en grande y demostrar que, como mujeres, tenemos todo para ser felices y exitosas, incluso superando mil problemas para sacar adelante nuestros sueños.