Unas preocupantes cifras se dieron a conocer el municipio fronterizo de Ipiales en cuanto al incremento de embarazos en adolescentes entre 2020 y 2023, según el informe de la Secretaria de Salud local, se registraron más de 600 casos, con una considerable incidencia en menores de 14 años de edad, además, se observó un notable número de embarazos en adolescentes de 16 a 19 años, conocidas como adolescentes tardías.
Las cifras demuestran que este problema ha adquirido una dimensión preocupante, lo cual merece atención y acción urgente por parte de autoridades, organizaciones y la sociedad en general.
Es de señalar que las causas del embarazo adolescente son complejas y multifacéticas y entre los factores que contribuyen a esta situación se encuentran, la falta de educación sexual integral, la ausencia de programas educativos que aborden de manera adecuada y temprana la educación sexual impide que los adolescentes adquieran conocimientos y habilidades para tomar decisiones informadas sobre su sexualidad.
De igual manera abordar el contexto socioeconómico, en donde la pobreza y la falta de oportunidades educativas y laborales pueden llevar a que las adolescentes vean el embarazo como una opción o una salida a su situación actual.
Por su parte el acceso limitado a servicios de salud, la falta de acceso a servicios de salud sexual y reproductiva, incluyendo métodos anticonceptivos, es un factor clave que contribuye al aumento de embarazos en adolescentes.
Ante esta problemática se deben tomar medidas necesarias para abordar el problema del embarazo adolescente en Nariño, es esencial implementar un enfoque integral que incluya la educación sexual integral, introducir y reforzar programas de educación sexual en las escuelas que proporcionen información precisa y completa sobre sexualidad, anticoncepción y derechos reproductivos.
Por otra parte se debe mejorar el acceso a servicios de salud, asegurando que los adolescentes tengan acceso a servicios de salud sexual y reproductiva de calidad, incluyendo métodos anticonceptivos y consejería.
De igual manera implementar programas de apoyo y empoderamiento, desarrollando programas que empoderen a las adolescentes, ofreciéndoles oportunidades educativas y de desarrollo personal, así como apoyo emocional y social.
Se deben implementar campañas de sensibilización dirigidas a toda la comunidad para cambiar las normas y actitudes culturales que perpetúan el embarazo adolescente.
El embarazo adolescente en Nariño es un desafío que requiere la colaboración de todos los sectores de la sociedad. Solo a través de un esfuerzo concertado se puede crear un entorno en el que los jóvenes tengan la oportunidad de crecer y desarrollarse plenamente, libres de las cargas y riesgos asociados con el embarazo temprano.
Es necesario señalar que las consecuencias del embarazo adolescente son múltiples y afectan tanto a las jóvenes como a sus familias y comunidades puesto que las adolescentes embarazadas enfrentan mayores riesgos de complicaciones durante el embarazo y el parto, lo que puede resultar en problemas de salud para ellas y sus bebés.
En cuanto a la educación y desarrollo personal, el embarazo temprano a menudo lleva al abandono escolar, limitando las oportunidades de desarrollo personal y profesional de las jóvenes.
Sin dejar atrás el impacto socioeconómico, puesto que el embarazo adolescente perpetúa el ciclo de pobreza, ya que las jóvenes madres tienen menos oportunidades de acceder a empleos bien remunerados y estables.