Luego de los recientes acontecimientos de violencia registrados en el departamento de Nariño las autoridades electorales como la Registraduría Nacional del Estado Civil, el Consejo Nacional Electoral y organismos como la Procuraduría General de la Nación y la Defensoría del Pueblo, han expresado su profunda inquietud en torno a los graves riesgos que se afrontaría en la región especialmente en el sector de la costa, durante la realización de las elecciones para el Senado, la Cámara de Representantes y la Presidencia de la República.
Por ello nos parece de vital importancia la visita que realizó ayer a Tumaco el señor ministro de Defensa, Diego Molano, quien en la tarde de ayer acompañado de los altos mandos militares presidió un Consejo de Seguridad con el objetivo de enfrentar la grave situación de violencia en la costa de Nariño.
La triste realidad que se viviría es que en caso de persistir esa gravísima alteración del orden público a la que estamos haciendo referencia, los mencionados comicios se verían en situación de alto riesgo, por lo que es de esperar que la visita de Molano, sea el primer paso para hacerle frente a esta difícil situación.
«Nos parece de vital importancia la visita que realizó ayer a Tumaco el señor ministro de Defensa, Diego Molano, quien en la tarde de ayer acompañado de los altos mandos militares, presidió un Consejo de Seguridad con el objetivo de enfrentar la grave situación de violencia en la costa de Nariño».
En este sentido, al menos por el momento, el panorama se presenta bastante oscuro, además con el aditamento de que el 13 de marzo de 2022, día de las elecciones legislativas, también se elegirán las curules de paz, proceso que nació del Acuerdo de Paz entre el Gobierno Nacional y la guerrilla de las Farc ahora convertida en movimiento político, por lo que se requieren acciones de peso.
En lo que tiene que ver con nuestro departamento de Nariño esas elecciones tendrán como escenario 16 municipios, en varios de los cuales se vienen registrando los episodios de violencia, como son Tumaco, Roberto Payán y Magüí e igualmente todos ellos presentan inquietantes antecedentes en lo que tiene que ver con el conflicto armado.
Por ello nos parece que el Gobierno Nacional no puede tener más dilaciones para entrar de lleno, a la puesta en marcha de intensos operativos de la Fuerza Pública, cuyo objetivo no puede ser otro que el enfrentar esta creciente violencia que hoy sacude con brutal fuerza la costa pacífica de Nariño.
No queremos que paradójicamente, la elección de las curules de la paz se vaya a convertir en causa de enfrentamientos, intimidaciones y hasta homicidios, como se teme pueda ocurrir en un momento dado en unos territorios donde el conflicto armado dejó una profunda huella y ahora tienen el flagelo de las organizaciones del narcotráfico, las mayores generadoras de los dolorosos episodios que se están viviendo en estos momentos.
En síntesis, a menos de medio año para la realización de las elecciones legislativas nos enfrentamos en la zona costera del departamento de Nariño a una serie de episodios bastante trágicos representados en masacres, desplazamientos, intimidaciones, amenazas, enfrentamientos de grupos al margen de la ley que buscan expandir sus zonas para el narcotráfico, entre otros hechos que hoy tienen convertida esa región en un verdadero polvorín.
Entonces, debemos reconocer que, si las elecciones fueran hoy, no se podrían llevar a cabo en varias zonas de Nariño, ante la absoluta falta de garantías y por ende de seguridad, para los votantes, con énfasis en los municipios de la costa pacífica.
De allí la necesidad de intervención por parte del Gobierno Nacional, la cual debe ser urgente y efectiva, puesto que cada día que pasa la situación de orden público se agrava.
Reiteramos que ya vamos a estar a 5 meses para los comicios en los que elegiremos a nuestros senadores, representantes a la Cámara y las 16 curules de paz, proceso que se hará por primera vez, por lo que no puede haber más demoras para enfrentar la violencia que hoy tiene sumidos en la incertidumbre los procesos electorales para el Congreso y la Presidencia de la República.
Pero, mientras tanto, esos comicios en esta zona sur del país se encuentran en alto riesgo y peligro.

