El terrible Julio Piña es la unidad de urgencias del Hospital Mental San Rafael en Pasto, donde se entrega la atención e intervención a las personas y pacientes con la necesidad de encontrar sanación o por lo menos una atención adecuada a los diversos trastornos mentales.
La salud no es solamente la ausencia de la enfermedad sino una condición y situación de bien estar integral, teniendo en cuenta el ser humano no solamente tiene afectaciones de su salud orgánica, sino que también está lo emocional, lo mental y lo espiritual, de tal manera que la salud mental entonces no únicamente quiere decir no tener alguna enfermedad mental sino lograr estar bien integralmente.
Actualmente la depresión es una epidemia médica y social, aún más acentuada por el aislamiento social obligatorio que vino de la mano de la pandemia del Covid-19. No es un trastorno mental grave ni un trastorno delicado, puede agravarse si no se atiende oportuna y adecuadamente, puede transformarse en eso si una enfermedad mental más delicada y terrible.
Las personas que, por su condición de afectación mental consistente en la depresión y ansiedad, que son remitidas o llevadas o llegan a la Unidad de Urgencias del Hospital San Rafael en Pasto, cuentan que son internadas, incomunicadas, deben incluso ponerse y mantenerse con una sudadera que hace parte de la atención y cuidado médico, para ayudar a que algunos pacientes más críticos, según la diversidad de condiciones, se auto lastimen o puedan lastimar a otros pacientes. Dicen que está prohibido el uso de celular y si lo llama alguien puede contestar en la unidad de enfermería.
Esto es así y se entiende, comprende y acepta. Lo difícil, dicen, es la convivencia en un lugar aislado, con todas sus puertas cerradas y con llave, de personas con el síndrome de ansiedad y depresión, lúcidas y tranquilas, con pacientes con afectaciones graves en su salud mental, con pacientes que hablan solos, otros que ríen solos a carcajadas, otros que hablan cosas incoherentes y repetitivas, otros que permanecen dopados por efecto de alguna medicación psiquiátrica, de tal manera que es bastante difícil encontrar con quien conversar lúcidamente.
La mayor parte de estos pacientes mentales caminan y caminan por horas, de un lado para otro, deambulando, sin cansancio, sin rumbo.
Para los pacientes menos graves, por ejemplo, con una crisis del síndrome de ansiedad y depresión esta Unidad de Urgencias Julio Piña es una inmensa desdicha, todo el día están sin hacer algo, sin ocuparse en algo, sin poder conversar coherentemente con alguien y en tales condiciones su mente, su pensamiento, sus emociones dan vueltas en sus cabezas, pensando en cosas que le hacen mucho daño. Escasamente hay la oportunidad de ocuparse en algo por algunos momentos, sin que esto sea ni lo más ni lo verdaderamente importante.
De tal manera que el remedio es peor que la enfermedad porque esta mezcla indiscriminada de casos y pacientes hace mucho daño a quien está mejor y más sano de su mente.
POR: EMILIO CORAL