Por: Christian Benítez Ramírez
La salud es un derecho inalienable que tenemos los colombianos, sin embargo, por mucho tiempo esta se ha visto como un negocio, más no como un derecho. Esta perspectiva que suena un poco trillada es real, muchos ciudadanos para poder acceder al sistema de salud, tiene que hacer peripecias, desde el momento de la solicitud de las citas hasta la corta atención que prestan los servidores del sistema de salud.
Líneas telefónicas congestionas, poco personal para atenderlas, días específicos para solicitar citas, falta de empatía al momento de la solicitud son las primeras barreras con las que uno se encuentra. Seguido de esto, filas interminables, trabajadores que llegan a destiempo, charlas largas entre los mismos, poca agilidad en la facturación, son las segundas problemáticas que enfrentamos.
En tercer lugar, un tiempo reducido en la atención, pocos enfermeros y médicos para las revisiones, doctores que diagnostican desde el escritorio, pocas remisiones a especialistas, son otros problemas que se enfrentan a diario. Carencia de medicamentos recetados, espera de largos periodos de tiempo para regresar por ellos, compra de los mismos de forma particular, son los siguientes en la cadena.
Y ni que hablar de la atención por médicos especialistas, si para solicitar la cita se repite lo mismo que ya hemos vivido, pero esta vez acompañado de un problema que, si genera preocupación, y es que si vamos al médico es porque realmente nos sentimos enfermos, pero para la asignación de las consultas con estos expertos debemos esperar entre tres o cuatro meses para ser atendidos.
Durante ese prolongado espacio de tiempo, nuestras enfermedades seguirán avanzando, entonces ¿dónde está el cumplimiento de la normatividad en salud que manifiesta un “diagnóstico temprano y un tratamiento oportuno”?
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Creo que las entidades locales, departamentales y nacionales, deben hacer un trabajo bastante arduo para fortalecer el sistema de salud, dejar de lado por un momento, las cifras, los números, las ganancias y los ingresos que se generar a partir de la atención de pacientes y centrarse en el fortalecimiento y aumento del personal del área de salud, en capacitar sobre humanización de este sector, escuchar a los ciudadanos que somos quienes accedemos a este derecho, construir con las bases los planes estratégicos de salud y no solo con aseguradoras, prestadoras del “servicio”.