En Pasto, tierra de tradiciones profundas y sonidos ancestrales, también palpita con fuerza el ritmo del rock. Aunque muchos la asocian con tríos, bambucos o carnaval, en sus calles y escenarios alternativos resuenan guitarras eléctricas, baterías poderosas y letras que expresan rebeldía, sueños y luchas. Desde hace años, una escena rockera diversa y vibrante ha venido creciendo, abriéndose paso con autenticidad y talento. En esta edición, presentamos algunas de las bandas que hacen parte de este movimiento musical en Pasto: agrupaciones que, desde el garaje o el estudio, siguen demostrando que el rock también late en el corazón del sur.
Insurrección, mantiene una tensión constante entre la brutalidad técnica del death metal con la rabia directa del hardcore, canalizando un discurso crudo sobre la deshumanización en el conflicto. Su EP Crónicas de Hostilidad y su álbum Total Desolación crean un sonido visceral con riffs cortantes y letras que confrontan la historia sin filtros.

