Liborina se posiciona como el destino romántico más encantador del occidente antioqueño
Este municipio de cerca de 10.500 habitantes destaca por su combinación única de historia, tradición y paisajes naturales que ofrecen una experiencia diversa a los visitantes, con una temperatura promedio de 24°C que lo convierte en un destino biodiverso y atractivo durante todo el año. La denominación de «Pueblo de las Plazas» se debe a que se compone de tres plazas principales: Plaza Simón Bolívar, Plaza de las Misericordias y Plaza de la Independencia, abarcando una variedad cultural y cumpliendo con diferentes propósitos. Es la tierra del fríjol liborino, que le ha dado renombre al municipio y que tiene incluso, cada noviembre, fiestas en su honor, siendo un destino entre montañas que se matiza gratamente por la frescura de sus quebradas y la sombra de sus árboles.
La particular geografía de Liborina permite que en su territorio coexistan diferentes ecosistemas, desde bosque seco tropical en las zonas bajas hasta bosque alto andino en las partes elevadas, generando una variedad climática que incluye áreas de vida, temperaturas y productos agropecuarios diversos. Gracias a la apertura del túnel de Occidente y la pavimentación de la vía Santa Fe-Liborina, el municipio se ha ido adecuando para recibir a los turistas que, cansados de la multitud y el ruido, buscan un turismo más tranquilo y apacible. Su territorio presenta múltiples caminos ecológicos y el cerro de la Cruz, que cuenta con una cruz insignia en la parte más alta de su elevación, ofreciendo acceso sencillo para pasar buenos momentos al aire libre, convirtiendo a Liborina en el destino romántico ideal para quienes valoran la autenticidad, la tranquilidad y la conexión con la naturaleza en el corazón del occidente antioqueño.