En el país, este 29 de mayo se realizan las elecciones para que los colombianos elijan a su nuevo presidente entre los candidatos que postularon su nombre.
Colombia es un Estado Social y Democrático de Derecho y en el artículo 258 de su Constitución se define el voto como un deber y un derecho ciudadano.
Además, la Corte Constitucional, mediante la Sentencia T-603/05, caracterizó el voto “como la herramienta más importante en el sistema electoral, que contribuye a la consolidación del proceso democrático, a través de la organización la regulación y el control estatal, y como un ejercicio de participación en el poder político”.
Y ahora que se agitan banderas que pretenden cambiar el actual sistema de gobierno colombiano por un socialismo del Siglo XXI, hay que tener en cuenta lo que dice el escritor e investigador Roberth Dahl en el sentido de que, si bien la democracia tiene limitaciones, como todas las demás formas de gobierno, y no ha llegado a los ideales sobre los cuales fue construida, posee cualidades que la hacen más deseable que cualquier otra alternativa.
Y, esas cualidades, agrega Roberth Dalh, corresponden a que la gente “tenga una garantía de los derechos fundamentales, un espacio de libertad personal mayor, la protección de intereses fundamentales, la capacidad de autodeterminación, la responsabilidad de la población sobre lo que escoge, el desarrollo humano, un grado importante de igualdad política, y la tendencia a un contexto pacifico, próspero y justo”.
Por todo ello, debemos defender la democracia y una de las maneras de hacerlo es votando en las elecciones. Sin embargo, este domingo tengamos muy presente que votar es más que solo elegir a un candidato, también es elegir las pólizas correctas y las personas que reflejan nuestros intereses al determinar decisiones que afectarán al país en general.
Amigo lector, independientemente de quién sea su candidato presidencial, estoy seguro de que a todos nos convoca un único propósito, es alcanzar la prosperidad y el bienestar para todos los colombianos, razón por la cual la invitación es a tomarse las urnas y votar de forma consciente y transparente guiados por nuestras convicciones y ejerciendo el derecho que nos otorga nuestro sistema político.
Seamos conscientes que lo que va a suceder mañana, “no es una votación cualquiera, no es una votación como las demás porque este no es un momento cualquiera en la vida de Colombia. Es el momento vital de la vida de la República, en donde se juega su destino más alto y en donde se toma la decisión de entre ser una Nación independiente, democrática, libre, con oportunidades de desarrollo, o hundirse en el marasmo de la corrupción definitiva, o renunciar a sus posibilidades de progreso para convertirse en un país socialista y dictatorial como Venezuela y Nicaragua”, dice el exministro de justicia Fernando Londoño Hoyos.
Así que este domingo elijamos como nuestro presidente a Federico Gutiérrez, una persona de comprobada honorabilidad, trayectoria pública y privada y, sobre todo, con principios éticos, morales y cristianos, si queremos y anhelamos un mejor presente y un futuro promisorio en paz, con una auténtica y real justicia social y equidad para todos los colombianos.
Por: Luis Eduardo Solarte Pastás

