El descubrimiento de que lo humano es fundamental en la vida social se ha convertido en un punto de partida histórico para comprender el comportamiento en los diversos sectores como la política, economía, la ética, educación, la salud, entre otras, dando un viraje al estudio científico.
El odio, la frustración, el egoísmo, los complejos, la ira e intenso dolor, la envidia, la mentira compulsiva, los prestigios vanos, la codicia, son elementos básicos de interpretación y muchas veces causales de una deformación en las actuaciones humanas. Por el contrario, el amor, la generosidad, el sentido colectivo, la amistad plena, el sentido de responsabilidad, son parte de una visión omnilateral proactiva, es decir, que construye felicidad.
Uno de los factores que más destruye al ser es el odio hacia el próximo, ya que consume internamente tanto física como espiritualmente, conduce a actuaciones violentas, permite expresar los sentimientos más procaces de lo oscuro en la Humanidad y lleva a los crímenes atroces, incluido masacres, descuartizamiento, genocidios, que se convierten en la profundidad del mal.
«La mayor recomendación es dejar de perseguir al otro para dañarlo y concentrar su esfuerzo en vivir pleno siendo generoso con su vida al compartir positivamente con otros”.
Este anti sentimiento tiene varias causales, aunque la explicación esencial es que la producción de acciones destructivas contra si mismo y otros proviene de una angustia no contenida que se expresa en querer dañar a otros como producto de frustraciones no resueltas con inteligencia y desatadas en la ira hacia su propio cuerpo o la acusación hacia el resto que lo rodea. Es diferente a la crítica fundamentada sobre la corrupción, la criminalización, la represión, que deben ser detenidas obviamente.
Lo que no comprende la persona que odia es que su propio físico se deteriora en sus rasgos ya que paulatinamente se va adquiriendo una fisonomía diferente (fea) a una persona complacida o contenta, además de provocar enfermedades o el auspicio de ellas debido al debilitamiento del sistema inmune.
La mayor recomendación es dejar de perseguir al otro para dañarlo y concentrar su esfuerzo en vivir pleno siendo generoso con su vida al compartir positivamente con otros. Esa es plena inteligencia.
Por: Carlos Santa María

