El miedo volvió a apoderarse del país, esto a raíz del paro armado realizado por el grupo guerrillero Ejército de Liberación Nacional, Eln, quienes, y según lo evidenciado por las noticias nacionales estuvieron en diferentes zonas del país ‘manifestando’ sus inconformidades frente al accionar del gobierno colombiano. Para ellos la mejor forma de hacerlo, para mí un accionar egoísta, ya que quien sufre las consecuencias es el pueblo y no sus gobernantes.
Si bien todos somos libres de expresar lo que pensamos y sentimos, debemos tener en cuenta que nuestro accionar no debe dañar a los demás, y es que aquí aplica el dicho popular ‘tus derechos van hasta donde inician los de otro’, pero al parecer para este grupo no existen ni el otro ni sus derechos. Como es posible que ante las suplicas de un ciudadano, que pide que no le quemen su vehículo, estos hagan caso omiso, ateniéndose a que no cumplió con lo emitido por ellos. Sera que fue él quien decidió no acatar sus órdenes, o es un trabajador más que tenía que cumplir con su labor, o estaba de regreso con su familia o cualquier otra situación que lo obligo a transportarse por las vías de Colombia.
Lo anterior lo que demuestra es la no existencia de empatía, ni el respeto por quienes habitamos este territorio. “¡Colombia para los trabajadores!”, así finalizan los comunicados emitidos por este grupo, pero que tan cierto será eso cuando son ellos quienes no respetan la vida ni la integridad de los ciudadanos, que en la gran mayoría somos esos trabajadores por los que supuestamente luchan.
Si bien es respetable su pensamiento frente al mal gobierno que vivimos, con lo que estoy totalmente de acuerdo, es su accionar el equívoco. Critican la forma en que Duque ha desarrollado su mandato, pero su actuar es igual o peor, se imponen sobre el pueblo colombiano, limitándolo a sus órdenes, imponiéndoles el miedo, cortándoles la libertad y la libre movilidad, derechos consagrados en la Constitución Política de 1991.
Esta situación que ahora es “eventual”, fue el diario vivir de Colombia durante más de 50 años que duro el conflicto interno del país, bueno si nos referimos a territorios como la costa nariñense, el norte del Cauca, entre otros sectores, en donde aún no ha llegado la paz, sigue siendo la cotidianidad. Por ello es importante que se dé solución a esta problemática, pero no alzándonos en armas, sino negociando, entablando diálogos, por ello mi petición y la del pueblo colombiano, no solo a este grupo guerrillero sino también al gobierno del país, para que atiendan con prontitud esta situación, pensando en quienes habitamos el territorio, nuestros derechos y nuestra tranquilidad.
Por: Christian Benítez Ramírez

