De acuerdo con algunas lógicas y aquellos pensamientos asociados con la presencia algunos grupos armados ilegales en Colombia el cuerpo y la vida de las mujeres ha sido convertido en objeto de control para demostrar tradicionalmente el ejercicio del poder, como también ha sido transformado en una manera de controlar los territorios imponiendo el terror y el pánico.
Precisamente el matrimonio infantil está vinculado en algunos casos con algunas tradiciones culturales y en otros casos hace parte de aquellas lógicas del pensamiento por parte de algunos grupos armados ilegales que hacen del matrimonio infantil una demostración de poder, control y dominio del territorio.
De acuerdo con la Convención Internacional de los Derechos del Niño, el matrimonio infantil es aquel en el que al menos uno de los contrayentes es un niño. El término «matrimonio precoz» se usa frecuentemente como sinónimo de «matrimonio infantil» y se refiere a los matrimonios en los que uno de los contrayentes es menor de 18 años.
De acuerdo con la organización internacional Save The Children en promedio en el mundo 220 mil niñas mueren anualmente por causas médicas asociadas con complicaciones de la gestación y en el parto.
Según la Superintendencia de Notariado y Registro en Colombia y en promedio cada año se registran 470 matrimonios infantiles, teniendo en cuenta que según el artículo 117 del Código Civil, está permitido el matrimonio de adolescentes, entre los 14 y 18 años de edad, con el conocimiento y consentimiento de los padres de familia, acudientes o adultos responsables de su cuidado y protección. En ningún caso está permitido el matrimonio con niñas o niños menores de 14 años de edad porque se trata entonces de casos de abuso y violencia sexual que en tal caso son un delito penal.
Teniendo en cuenta la institucionalidad y la misionalidad del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, en concordancia con el Código de Infancia y Adolescencia el matrimonio infantil es una de las más graves formas de maltrato infantil porque expone a las niñas, los niños y adolescentes a la esclavitud en el matrimonio, al contagio de enfermedades de transmisión sexual, en el mayor número de casos dejan de estudiar y quedan sometidos a formas de trabajo que vulneran severamente su condición de seres humanos porque tienen que asumir unas responsabilidades que no hacen parte del mundo y de la vida de la niñez y adolescencia.
Ninguna lógica cultural, ninguna presencia de grupos armados ilegales, ninguna conveniencia económica entre familias, ninguna conservación del apellido justifica la gravísima afectación de los derechos de la niñez y adolescencia sometida al matrimonio infantil.
Por: Emilio coral Ojeda

