Por: Manuel Eraso
Ismael Botina popular maestro Buchón, por razones de su oficio como albañil de palustre y escalera, tuvo que atender unos trabajos en el Hotel Morasurco de Pasto, donde se dedicó a tapar goteras, destapar alcantarillas y raspar paredes.
La verdad es que el Hotel Morasurco ya está viejito. Se lo nota cansado, huele mal, y los fantasmas del pasado lo asemejan como si fuera un moribundo que se resiste a abandonar este mundo.
La oscuridad, el olor a moho, son características que dan señales inequívocas que el tiempo ha pasado y es el momento de hacer un pare, y definir su futuro.
El tiempo no perdona ni se detiene, este modernísimo hotel se inauguró en los años setenta, sobre una zona apartada de la ciudad, rodeado de enormes zonas verdes, que lo hacían parecer como si fuera un hotel campestre. Su diseñador, de Apellido Santacruz, pensó en hacerle un homenaje a los distintos pisos térmicos de Nariño, y mostró en su diseño la zona costera, luego la parte andina y media hasta llegar a las cumbres del Cumbal, Azufral y Galeras.
Fue el hotel más moderno de Colombia, orgullo de nuestra tierra. Fue el punto de referencia de los grandes eventos, se alojaron los Presidentes de Colombia, que disfrutaban del confort y atención, modernísimas de ese tiempo. Allí, bailó y se echó su “polvorete” el Presidente Turbay que fue motivo de escándalo nacional. Las grandes delegaciones internacionales, preferían al Morasurco, un orgullo para nosotros.
Como el tiempo no se detiene, y así como en los hombres, aparecen los achaques calambres y el cansancio, lo mismo se nota en este hotel.
Es el momento de solicitarle al Gobernador Luis Alfonzo Escobar, como presidente de la Junta Directiva de Turnariño, que defina el futuro del hotel Morasurco. Regresarle esa importancia que tuvo en su tiempo maravillosos momentos; revivirlo como una empresa departamental rentable y de servicio. Que el Morasurco, vuela a ser lo que siempre fue.
Morasurco, es el nombre del cerro tutelar de Pasto y significa montaña de moras.
Lo peor que le podria ocurrir sería seguir la suerte de su hotel de la misma época, el Agualongo, que por falta de planeación lo convirtieron en sede administrativa.
Un grupo de ingenieros, arquitectos e inversionistas jóvenes, le proponen al gobernador Luis Alfonzo Escobar, una reingeniería total, conservando su esencia nariñense, para recordarle al pueblo sureño que contamos con un valioso hotel, que no puede sucumbir en medio de la competencia del turismo.
Gobernador, pilas, que el paso por el primer cargo de un costeño, no cercene la historia de la hotelería, más, con una insignia de la ciudad y la región. Gobernador, revive el Morasurco. Ordena una inversión que le de nueva vida. Las estructuras todavia aguantan, falta una lavada de cara, nuevos bríos y gente pilas que llegue a inyectarle entusiasmo y optimismo…el momento es ahora, no esperemos que el Morasurco se muera de viejo.viejomanolo1@hotmail.com

