El hongo melena de león podría reparar células dañadas, según investigadores de Australia

El profesor Frederic Meunier, del Instituto del Cerebro de Queensland (QBI) en Australia, participó en una investigación que analiza los efectos del hongo Hericium erinaceus, conocido como hongo melena de león. Este organismo comestible, famoso por su apariencia esponjosa y textura similar a los mariscos cuando es joven, está captando la atención de los científicos debido a sus sorprendentes propiedades biológicas.

Los investigadores descubrieron que este hongo contiene compuestos capaces de estimular el crecimiento y la reparación de células nerviosas, un hallazgo que podría abrir nuevas puertas en el tratamiento de lesiones o enfermedades neurodegenerativas.

Uso tradicional y valor biológico

Aunque para muchos es apenas una novedad gastronómica, el hongo melena de león ha sido utilizado de forma tradicional en varias culturas de Australia y Asia. Su consumo se relaciona con beneficios digestivos y mejoras en la vitalidad, pero hasta ahora su potencial científico no se había estudiado a fondo.

La investigación revela que Hericium erinaceus es una fuente rica en moléculas bioactivas que pueden proteger y regenerar células dañadas. Entre estos compuestos destacan los hericenones y erinacinas, que actúan directamente sobre las neuronas promoviendo su crecimiento. Este efecto lo convierte en un candidato atractivo para terapias enfocadas en la salud cerebral.

Cómo actúa el hongo en las células nerviosas

El equipo del profesor Meunier observó que los extractos del hongo aumentan la capacidad de las neuronas para extender sus proyecciones, lo que favorece una mejor comunicación entre las células. Este proceso, conocido como neurogénesis y conectividad neuronal, es clave para funciones como la memoria, el aprendizaje y la recuperación tras lesiones.

“Lo que vimos fue sorprendente”, señaló Meunier en la publicación científica. Los compuestos del hongo activaron rutas celulares que normalmente participan en la regeneración de tejido nervioso, algo poco común en adultos y especialmente difícil de estimular de manera natural.

Implicaciones para la salud y la ciencia

El hallazgo no solo despierta interés en el campo de la neurociencia, sino también en la industria de la salud y los alimentos funcionales. Aunque aún se necesitan más estudios en humanos, los resultados respaldan el creciente uso del hongo melena de león en suplementos que buscan mejorar la claridad mental y el rendimiento cognitivo.

Los científicos señalan que este hongo podría convertirse en una herramienta terapéutica para tratar daños en el sistema nervioso o incluso enfermedades como el Alzheimer y el Parkinson, siempre bajo supervisión médica y con evidencia clínica sólida.