En Haití, la crisis alimentaria ha alcanzado niveles extremos, obligando a muchas familias a recurrir a medidas desesperadas para sobrevivir. En regiones como Cité Soleil y el altiplano central, la falta de acceso a alimentos básicos ha llevado a la población a consumir «galletas de barro», una mezcla de tierra arcillosa, sal y grasa vegetal que se seca al sol. Aunque su consumo puede proporcionar una sensación temporal de saciedad, estas galletas carecen de valor nutricional y pueden causar graves problemas de salud a largo plazo.
La situación en Haití es un reflejo de la desigualdad global y la necesidad urgente de soluciones sostenibles para abordar el hambre crónica en el país más empobrecido del hemisferio occidental. La comunidad internacional debe tomar medidas para abordar esta crisis y garantizar que la población haitiana tenga acceso a alimentos nutritivos y seguros.
