Herney Muñoz, director.

El Distrito celebró la danza como resistencia y amor

Tumaco, tierra de sabor, donde cada paso, cada giro, cada latido marca una historia, una emoción, una identidad, se convirtió este 29 de abril en epicentro de celebración cultural al conmemorar el Día Mundial de la Danza con una jornada cargada de ritmo, color y sentido comunitario.

En medio de aplausos, coreografías cargadas de simbolismo y el palpitar de tambores que resonaban como ecos del alma del Pacífico, Tumaco rindió homenaje a quienes hacen del movimiento un arte, una pasión, una forma de vida.

Niños, jóvenes y adultos se dieron cita en distintos escenarios de la ciudad para participar en presentaciones artísticas, talleres y conversatorios que destacaron la importancia de la danza como vehículo de transformación social y expresión identitaria.

Expresión

«Baila por amor, por libertad, por expresión», fue uno de los mensajes que más resonó entre los participantes y asistentes a esta jornada, que no solo exaltó el talento local, sino que también reafirmó el papel fundamental de la danza en la construcción del tejido social tumaqueño.

Desde la Dirección de Cultura, bajo el liderazgo del gestor cultural Herney Muñoz, se reafirmó el compromiso institucional con el arte como herramienta de empoderamiento juvenil. “Seguimos construyendo escenarios que fortalezcan este arte, donde la juventud tumaqueña esté involucrada y se apropie de este latido que nos define como pueblo”, expresó Muñoz.

Los tumaqueños disfrutaron de una variada programación cultural que incluyó muestras de danzas tradicionales afrocolombianas, fusiones urbanas, y creaciones contemporáneas que reflejaron el mestizaje cultural y la innovación artística de la región.

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Talento

Agrupaciones locales fueron protagonistas en un escenario que vibró con el talento y la energía de una comunidad que encuentra en la danza una forma de resistencia y celebración de la vida.

“Cada paso que damos en la danza es una forma de decir que estamos aquí, que tenemos voz, historia y futuro”, afirmó una bailarina, quien resaltó cómo el arte del movimiento ha sido clave para alejar a muchos jóvenes de la violencia y acercarlos a una vida de propósito y pertenencia.

Con esta conmemoración, Tumaco no solo se suma a una fecha de importancia mundial, sino que también reafirma su identidad como territorio de arte, resistencia y esperanza, donde cada latido se baila, se vive y se honra.