Cada tercer viernes de diciembre, millones de personas en distintos países se suman a una de las celebraciones más curiosas y divertidas de la temporada: el Día del Jersey Navideño Feo. Este año, la cita llegó el viernes 19 de diciembre de 2025, justo en el inicio de las fiestas, cuando las oficinas, escuelas y reuniones familiares se llenan de color, lentejuelas y luces LED.
Una tradición que cruza fronteras
Aunque nació en Estados Unidos y Canadá, la celebración se ha expandido a Europa y América Latina gracias al poder de las redes sociales y la cultura pop. Lo que comenzó como una broma universitaria en los años 2000, inspirada en los jerséis kitsch de los 80 y 90, hoy es un fenómeno global que invita a presumir del suéter más extravagante posible.
La televisión y el cine también jugaron un papel clave. Series de los 80 popularizaron el jersey recargado y películas como El diario de Bridget Jones lo convirtieron en un símbolo cultural. Desde entonces, el “ugly sweater” dejó de ser un regalo incómodo para transformarse en un ícono navideño.
Más que un simple atuendo
El objetivo es claro: divertirse y compartir. Los diseños suelen incluir renos con narices de pompón, árboles con luces reales, cascabeles que suenan al caminar o incluso figuras en 3D de Papá Noel. Cuanto más exagerado, mejor. La idea es romper con la sobriedad y abrazar el exceso con orgullo.
Pero la tradición también tiene un lado solidario. En países como el Reino Unido, se organizan campañas para recaudar fondos destinados a organizaciones infantiles. Así, ponerse un jersey feo se convierte en un gesto de apoyo a causas sociales, mezclando humor con compromiso comunitario.
Un fenómeno que se ama o se odia
Lo cierto es que el jersey navideño divide opiniones: para algunos es un símbolo de nostalgia y cariño, mientras que para otros es un ejemplo de mal gusto. Sin embargo, cada diciembre regresa con fuerza y se instala en oficinas, colegios y hogares como un recordatorio de que la Navidad también es un espacio para reír y compartir.
Reflexión final
El Día del Jersey Navideño Feo demuestra que la moda puede ser un vehículo de unión y alegría. Lo que empezó como una prenda kitsch se ha convertido en una tradición que celebra la creatividad, la comunidad y la solidaridad, recordándonos que la Navidad también se vive con humor y color.

