Ayer se inició la cuarta y última legislatura del Congreso 2022-2026, la cual llega en momentos en que el país ya se encuentra en plena campaña política de cara a las elecciones para el Senado, Cámara de Representantes y presidencia de la República del próximo año. No sobra decir que este período final, llega en momentos en los que en diferentes regiones de Colombia, se atraviesan momentos difíciles a consecuencia del accionar de los grupos armados ilegales, que siguen intensificando la violencia en la geografía nacional.
¿Qué representa está legislatura final del Congreso? La respuesta nos parece obvia, puesto que a partir de este momento, es claro que las diferentes campañas electorales tendrán prelación en el interés de los congresistas, quienes, de manera paulatina, irán relegando la agenda normal de su trabajo legislativo, para prestarle toda su atención a los procesos políticos cuyas campañas ya se encuentran en plena efervescencia, en los 32 departamentos del país.
De esta manera, lo que le espera al Congreso de la República, en su fase de despedida, es un receso en la actividad legislativa, en tanto que senadores y representantes a la Cámara, desplegaran todos sus esfuerzos, en lo que tiene que ver con sus respectivas campañas y en reactivar el foco de su electorado, en las diversas regiones, un hecho reiterativo, puesto que después de todo, vivimos en una nación totalmente politizada y ahora, mucho más, cuando las elecciones están prácticamente a la vuelta de la esquina.
Por ello, en este periodo final del Congreso de la República, 2022-2026 consideramos que no se requiere ser adivino, para anticipar que en los meses que se avecinan, serán numerosos los días en los que se verá el recinto del Congreso semivacío, puesto que, como es costumbre, muchos de los congresistas viajarán a sus regiones con el objetivo de impulsar y fortalecer sus respectivas campañas e intereses políticos. Esto es una verdad de a puño y una reacción natural, puesto que los congresistas entienden que en este tiempo, es mucho mejor trabajar por mantener su electorado vivo, que desperdiciar sus afanas en el Senado o la Cámara de Representantes.
Ante este panorama, lo que anticipamos son problemas para alcanzar el quórum necesario para el debate y la aprobación de varios proyectos que son considerados prioritarios, entre los que consideramos como principales, el debate que se le deba dar al Presupuesto General de la Nación, así como la promocionada reforma tributaria.
También podríamos anticipar que habría problemas en la polémica ley del presidente de la República, Gustavo Petro, mediante la cual busca atraer el interés de los grupos alzados en armas, mediante una serie de prebendas, lo que por ahora es causa de un rotundo rechazo por parte de diferentes sectores políticos.
Nos referimos a unos temas que, sin duda, necesitarán mucho tiempo para que puedan ser tratados de manera adecuada y ser analizados de manera pormenorizada. Y, tampoco podemos olvidar otra marcada tendencia de los últimos periodos de los congresos con elecciones al frente, que son los llamados de los sectores de oposición a los debates de control políticos, los que no son más que otra herramienta o estrategia para conseguir votos.
Por lo pronto, como estamos viendo las cosas, en este periodo de despedida del Congreso de la República, es de esperar múltiples sorpresas, las que necesariamente tendrán que ser atribuidas a las campañas políticas que están en plena actividad en todos los rincones del país.