
Imagen: Hamad I Mohammed/REUTERS
El estrecho de Ormuz es la vía navegable más importante del mundo para transportar petróleo. Las hostilidades entre Irán e Israel despiertan temores de que el transporte marítimo y de crudo pueda ralentizarse.
El estrecho de Ormuz es un camino de navegación esencial que une a Omán e Irán, vinculando el golfo Pérsico con el golfo de Omán y el mar Arábigo.
La Administración de Información Energética de Estados Unidos (EIA en inglés) lo define como «el punto de estrangulamiento más relevante del tráfico de petróleo a nivel mundial».
En su posición más angosta, la carretera marítima apenas mide 33 kilómetros de anchura, y 3,21 kilómetros de anchura en cada sentido, lo que la convierte en extremadamente peligrosa.
Se calcula que cerca de 20 millones de barriles de petróleo, condensado y combustibles circulan diariamente por dicho canal, de acuerdo con información de Vortexa, una consultoría del sector energético y de transporte.
Qatar, que es uno de los principales productores de gas natural licuado (GNL) a nivel global, se apoya en gran parte en el estrecho para realizar sus exportaciones de GNL.