Por: Jorge Enrique Tello Chávez
Con mis hermanos Ángel Modesto y Mariana de Jesús, asistíamos al Catecismo en las Parroquia de Santiago y en el Colegio de la Industrial, regentados por los Padres Capuchinos y Salesianos a finales de los años cincuenta del Siglo XX, gracias a la preocupación de nuestros padres. Asistíamos los sábados en la tarde y en la mañana de los domingos.
Fueron ellos quienes profundizaron las enseñanzas de nuestros padres Ángel María Tello Rosero y Mariana de Jesús Chávez Narváez en el hogar, que se sumaron a la Educación Religiosa y Moral de nuestros profesores y profesoras, en la Escuela No. 2 Antonio Nariño, del Barrio Obrero y en el Instituto San Juan Bosco, gracias a los Reverendos Padres Manuel Tito González, rector y José Félix Jiménez, vicerrector.
Aprendimos los Mandamientos de la Ley de Dios, las Bienaventuranzas, los Misterios para rezar el Santo Rosario, las partes fundamentales de la Santa Misa, como las principales oraciones, las Epístolas y el Evangelio tomados del Antiguo y Nuevo Testamento; el Ofertorio, la Consagración del Pan y el Vino que se convierte en el Cuerpo y la Sangre de Nuestro Señor Jesucristo; la Oración por todos los difuntos, el Saludo de la Paz, el participar en la Comunión, siempre y cuando estemos en gracia de Dios y nos hayamos confesado con anticipación, las Oraciones finales y la Bendición para podernos ir en Paz a nuestros hogares.
Nos recalcaron sobre la importancia de los Siete Sacramentos: El Bautismo, la Confirmación, la Penitencia, la Comunión, la Unción de los enfermos, Orden Sacerdotal y el Matrimonio Católico, que son la base fundamental de nuestras familias católicas y en la Sociedad.
Todos estos importantes temas se constituyen en la Teología Dogmática, Litúrgica, Moral y Mística, que nos llevan a cumplir a cabalidad nuestras Obligaciones y Deberes para con Dios y el prójimo.
La Importancia de Confesar Nuestros Pecados: En Juan 1:9 Si confesamos nuestros pecados, Dios nos perdonará y purificará de toda injusticia. En Santiago 5:16 Debemos confesarnos unos a otros y orar unos por otros para que seamos sanados. Proverbios 28: 13-28 El que confiesa sus pecados y se aparta, alcanzará misericordia.
Muchos creyentes se niegan a acercarse al confesionario, porque manifiestan, “Por qué voy a tener que contar mis pecados a un sacerdote, que es más pecador que yo”. Otros siguiendo estas pésimas consejas, aseguran de que alcanzarán el perdón de sus pecados, con unas pocas oraciones antes de la Comunión en la Santa Misa. Es necesario, recordar las Recomendaciones de nuestros Sacerdotes y Misioneros, “Quien comulga estando en pecado mortal y no se confiesa, está ganando la condenación eterna y no entrará al Reino de los Cielos.
La Fe, la Esperanza y el Amor del Catecismo Católico aún siguen vigentes y a quien coloca en práctica estos preceptos, le va bien durante toda su Vida Terrenal.

