Se requiere un análisis cuidadoso de la situación de movilidad e imprimir soluciones de fondo.
Arrancó la semipeatonalización del centro de Cali. Así lo dispuso la alcaldía en cumplimiento de una de las metas que se trazaron en la COP 16. Es en las carreras 4 y 5, entre calles 10 y 13. Se han instalado bolardos de concreto y reduciendo la velocidad máxima a 20 km/h para priorizar a los peatones y mitigar el ruido urbano.
Altamente positivo, si se cumpliera a cabalidad. El problema estriba en conductores, de autos y de motos, y de algunos transeúntes.
Quienes están detrás de un volante, en muchos casos no respetan las señales del semáforo. Las motos aceleran y esquivan a quienes atraviesan por la cebra peatonal. Ha habido buen número de accidentes.
De igual manera, la semipeatonalización, al no ir acompañada de controles efectivos, genera embotellamientos, desvíos improvisados y quejas legítimas de comerciantes y conductores atrapados en calles colapsadas.
Este no es un problema exclusivo de Cali. Ciudades como Bogotá y Medellín arrastran una crisis cultural similar en materia de movilidad.
A pesar de contar con un Manual Nacional de Señalización vial actualizado en abril de 2025 en la capital vallecaucana, con más de 80 nuevas señales y semáforos con temporizador para peatones, el incumplimiento generalizado sigue alimentando siniestros, contaminación y congestión vehicular.
Los estudios coinciden en señalar que el verdadero problema, en todos los casos y en todo el país, es la falta de respeto a las normas básicas: señales, semáforos, velocidad y espacio para los peatones.
Las grandes ciudades del país están en un punto de inflexión: o adoptan una cultura vial basada en la disciplina y el respeto, o seguirán ahogadas en trancones, contaminación y muertes evitables.
Irónicamente antes que regularse el tráfico, aumenta. Muchas familias tienen dos vehículos o más, lo que demuestra que el pico y plata no ha sido tan funcional como se esperaba cuando arrancó en varias capitales.
Es un problema de todo el país. Al gobierno nacional, le corresponderá acometer soluciones definitivas.

