Cada 28 de diciembre en Pasto las calles y el asfalto se convierten en el escenario para que el arte de niños y adultos pueda ser plasmado con la tiza en el evento denominado Arcoíris en el asfalto.
Un sábado de noviembre de 1996 surgió la necesidad de construir una propuesta artística de gestores culturales, entonces los maestros Yury Rosero y Álvaro Reyes decidieron a través de los cabildos participativos gestionar recursos y darle vida a su idea de convertir las calles de la ciudad en arte. Allí se dio origen a ‘Arcoíris en el asfalto’.
Con la frase “¿y por qué no le ponemos arcoíris al asfalto?” quedó nombrado el emblemático evento que todos los 28 de diciembre da apertura al Carnaval de Negros y Blancos, que es la fiesta donde las carrozas, danzantes, la música y el juego de la pintica y el talco han sido reconocidos como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.
Sueños plasmados en arte
Desde su origen se convocó a la comunidad pastusa en torno al dibujo sobre el pavimento invitándolos a reflexionar sobre los espacios de la ciudad. Esta fecha se ha convertido en un día donde las tizas y la creatividad son las protagonistas, donde las ideas y los sueños son plasmados en dibujos de gran formato.
Este encuentro con la pintura, la música, la danza, la poesía, el teatro y la cultura regional, llega a su versión número 23, y como es costumbre se realizó el 28 de diciembre en la emblemática Calle del Colorado, como epicentro. Este año, el arcoíris se tomó las carreras 23 hasta la 27 y las calles 11 hasta la 16. Las calles de Pasto se convierten en lienzos, donde niños, jóvenes y adultos plasman con tizas de colores enormes obras de arte. La tradición del precarnaval surge como una alternativa para el juego con agua que se celebraba en el Día de Santos Inocentes. Poco a poco el Arcoíris en el asfalto que tenía como protagonista la calle del Colorado, se extendió hacia otros barrios y comunas del municipio.