Este martes, la Tierra completará su rotación en 1,34 milisegundos menos que las 24 horas estándar. Aunque la diferencia es mínima, se trata de uno de los días más cortos jamás registrados desde que existen relojes atómicos. Este fenómeno no afecta la vida cotidiana, pero sí plantea preguntas importantes sobre el comportamiento interno del planeta.

Desde 2020, los científicos han observado una aceleración inesperada en la rotación terrestre. El récord más reciente ocurrió el 10 de julio de 2025, cuando el planeta giró 1,36 milisegundos más rápido de lo habitual. Si se cumplen las predicciones, el 22 de julio ocupará el segundo lugar en esta lista, seguido por el 5 de agosto.
¿Por qué está ocurriendo?
Durante gran parte de la historia geológica, los días eran más cortos. En sus orígenes, la Tierra completaba una vuelta en aproximadamente 19 horas. Con el tiempo, la fricción de las mareas lunares ha ralentizado la rotación, alargando los días. Sin embargo, en los últimos años, esta tendencia parece haberse invertido.
Una de las hipótesis más discutidas apunta al núcleo líquido del planeta. Cambios en su velocidad podrían estar redistribuyendo el momento angular hacia el manto y la corteza, provocando una rotación más rápida. También se ha sugerido que el derretimiento de los polos y el aumento del nivel del mar podrían estar influyendo, aunque probablemente estén moderando el efecto más que impulsándolo.
¿Qué consecuencias podría tener?
Aunque no lo notemos, esta variación tiene implicaciones técnicas. Los relojes atómicos, que definen el tiempo oficial, podrían requerir ajustes si la rotación terrestre se desvía demasiado. Hasta ahora, esos ajustes han sido positivos, añadiendo segundos. Pero si la aceleración continúa, podría aplicarse por primera vez un segundo intercalar negativo: restar un segundo del tiempo atómico.
Este 22 de julio, la Tierra girará un poco más rápido. No lo sentiremos, pero los científicos estarán atentos. Porque incluso una fracción de milisegundo puede revelar mucho sobre lo que ocurre bajo nuestros pies.
