Un nuevo golpe al corazón financiero del narcotráfico fue asestado por el Ejército Nacional en un retén ubicado en la vereda El Cedro, del municipio de Pitalito (Huila), en plena ruta hacia Mocoa (Putumayo). Lo que parecía un control rutinario terminó con el hallazgo de una fortuna: $1.020 millones de pesos en efectivo, escondidos dentro de la llanta de repuesto de una camioneta Mazda de color gris.
Los uniformados del Batallón Magdalena detuvieron el vehículo al notar inconsistencias en los documentos y el nerviosismo de sus ocupantes. Al realizar la inspección, hallaron paquetes envueltos en plástico negro repletos de billetes de $50.000 y $100.000 pesos, cuidadosamente ocultos.
Inteligencia militar
Los capturados fueron identificados con los alias de El Flaco, ‘La Mona’ y ‘Don Leo’, quienes se movilizaban en el automotor con destino hacia el departamento del Putumayo. Según fuentes de inteligencia, estas tres personas serían enlaces financieros de una estructura criminal que opera en los municipios de Puerto Asís y Orito, zonas controladas por disidencias de las FARC y grupos dedicados al tráfico de cocaína y armas.
“Este dinero era parte del flujo económico que las organizaciones ilegales usan para comprar insumos químicos, pagar nóminas criminales y financiar el envío de droga hacia Ecuador”, explicó un oficial del Ejército que participó en la operación.
El Ministro de Defensa, Pedro Sánchez, celebró el operativo y aseguró que este resultado representa un golpe estratégico a las economías ilícitas del sur del país.
Estructura criminal
“Con esta incautación evitamos que más de mil millones de pesos terminen en manos de las disidencias y redes de narcotráfico que operan desde el Putumayo. Es una acción que corta las venas financieras del crimen”, afirmó el ministro.
Las autoridades informaron que tanto los capturados como el dinero y el vehículo fueron puestos a disposición del CTI de la Fiscalía, donde se adelantan los actos urgentes y las investigaciones correspondientes para determinar la procedencia exacta del efectivo.
El Putumayo sigue siendo catalogado por los organismos de seguridad como uno de los principales epicentros de operaciones de narcotráfico en el país, por su cercanía con la frontera ecuatoriana y su conexión directa con rutas hacia el Pacífico nariñense. De acuerdo con información de inteligencia, “El Flaco” sería el encargado de transportar dinero y recoger ganancias de la venta de cocaína, mientras que “La Mona” se desempeñaba como mensajera y enlace logístico, y “Don Leo” sería el conductor principal de la organización, responsable de movilizar grandes sumas en efectivo por carreteras secundarias para evadir los controles.

