Un deslizamiento de tierra arrasó parte de la vereda El Huilque, en el municipio de Los Andes Sotomayor, cobrando la vida de Irma Alvear y José Anamá,

Pareja pierde la vida en deslizamiento ocurrido en zona rural de Los Andes

El amanecer llegó cubierto por el llanto del cielo y el dolor de un pueblo entero. Un deslizamiento de tierra arrasó parte de la vereda El Huilque, en el municipio de Los Andes Sotomayor, cobrando la vida de Irma Alvear y José Anamá, una pareja que era símbolo de unión, esfuerzo y amor por su tierra.

Eran cerca de las tres de la madrugada cuando un estruendo estremeció las montañas. La lluvia no había cesado en toda la noche y, sin aviso, la montaña cedió. El barro y las rocas descendieron con furia, cubriendo en segundos la humilde vivienda donde descansaban los esposos.

Rescate

Los vecinos, alarmados por el ruido, salieron con linternas, palas y lo que tenían a mano para intentar rescatarlos, pero la fuerza de la naturaleza había sido implacable. Horas después, entre lágrimas, los socorristas encontraron sus cuerpos sin vida.

“Fue un silencio que dolía en el alma. Todos los conocíamos, todos los queríamos. Eran buenos, humildes, trabajadores. El pueblo entero llora su partida”, relató una vecina entre sollozos, mientras observaba la casa sepultada bajo toneladas de tierra.

Triste relato

Irma y José llevaban más de 30 años juntos. Ella, conocida por su amabilidad y por ser una mujer de fe, dedicaba su vida a su hogar y al campo. Él, un hombre de manos curtidas, siempre madrugaba para trabajar la tierra. Su vida era sencilla, pero llena de amor y esperanza.

“Nunca le hacían mal a nadie. Don José siempre saludaba con una sonrisa y doña Irma era el alma de las fiestas del pueblo”, recordó un amigo de la familia.

El alcalde Jhonathan Apraez, junto con la gestora social Kathy Rodríguez y todo el equipo de la Administración Municipal, se desplazaron hasta el lugar de la tragedia para acompañar a los familiares.

“Los Andes está de luto. Lamentamos profundamente esta tragedia que enluta a nuestro municipio. Pedimos fortaleza a las familias y al pueblo entero, porque esta pérdida nos duele a todos”, expresó el mandatario conmovido.

El llanto se apoderó del casco urbano cuando la noticia se regó como pólvora. La plaza, las tiendas y los caminos se llenaron de abrazos, rezos y miradas perdidas. Los pobladores no podían creer que la pareja, que siempre caminaba de la mano por las calles, ya no volvería a estar entre ellos.

Riesgo

Las autoridades decretaron tres días de duelo y las banderas fueron izadas a media asta. En el parque principal, se levantó un altar improvisado con velas, flores blancas y fotografías de los esposos.

“El pueblo está de rodillas. Nadie entiende por qué la vida es tan injusta. Pero sabemos que ellos ahora descansan juntos, allá en el cielo”, comentó una habitante, mientras dejaba una rosa frente a las imágenes.

Los organismos de socorro continúan en la zona, pues las fuertes lluvias mantienen el riesgo de nuevos deslizamientos. La Defensa Civil advirtió que varias familias podrían ser evacuadas de sectores cercanos.

Entre tanto, el eco de la tragedia retumba en las montañas de Los Andes. Los caminos que ellos recorrieron hoy guardan silencio. Las manos que cultivaron la tierra fueron abrazadas por ella misma, en el último acto de un destino cruel.