Las fuerzas de los Estados Unidos llevaron a cabo un nuevo ataque aéreo-marítimo contra una embarcación sospechosa de traficar drogas en aguas del Pacífico frente a la costa de Colombia. Según fuentes oficiales, este incidente es el más reciente de una serie de operaciones extrajudiciales desplegadas desde septiembre para combatir el narcotráfico.
El operativo habría causado la muerte de dos personas que se encontraban a bordo de la lancha, cuya nacionalidad e identidad no fueron divulgadas por las autoridades estadounidenses. El ataque se produjo en «aguas internacionales», aunque cerca de la costa colombiana del Pacífico, convirtiéndose en la primera acción reconocida por Washington en esa zona fuera del Caribe.
Desde Washington se informó que la operación fue autorizada por el presidente Donald Trump y que el blanco formaba parte de una ruta conocida de narcotráfico que, según la versión oficial, abastece al mercado interno estadounidense.
Este tipo de acciones han generado tensión diplomática con Colombia, ya que desde Bogotá se ha denunciado una vulneración de la soberanía nacional y ausencia de transparencia respecto a las pruebas que sustentan las acusaciones de narcotráfico. Organismos humanitarios y expertos en derecho internacional han planteado interrogantes sobre el marco jurídico que permite intervenciones letales sin proceso judicial previo.