Educación en cifras y territorio: más de 130 proyectos y $79 billones marcan la apuesta del Gobierno

Ante un auditorio colmado de maestros, estudiantes, rectores, organizaciones sociales y representantes de diversos sectores educativos, el Ministerio de Educación presentó su Rendición de Cuentas 2025. El evento, liderado por el ministro Daniel Rojas Medellín, fue más que un balance administrativo: se convirtió en un recorrido por las principales transformaciones, tensiones y apuestas del Gobierno en torno a la educación como eje central del desarrollo nacional.

Desde el inicio, el ministro fue enfático en una idea: la educación debía convertirse en el sello del actual gobierno. Para respaldarlo, expuso cifras que calificó como históricas. El sector educativo recibió más de $70 billones en 2024 y $79 billones en 2025, lo que representa un crecimiento acumulado del 59,26% frente a 2022. Según explicó, estos recursos han permitido que la política educativa llegue a las regiones y no se quede concentrada en Bogotá. A ello se suma la asignación del Sistema General de Participaciones, que destinó $46,1 billones a educación, enfocados en la prestación del servicio, la calidad y la gratuidad.

La rendición se estructuró como una trayectoria educativa integral, desde la primera infancia hasta la educación superior, con el objetivo de mostrar cómo se articulan los distintos niveles y qué avances —o desafíos— se han presentado en cada uno.

Primera infancia, infraestructura y bienestar docente: los cimientos del sistema
El recorrido comenzó en la primera infancia, donde el Ministerio destacó la ampliación de la atención integral a 2,1 millones de niñas y niños, además de 595.000 beneficiarios con matrícula oficial en educación inicial.

En infraestructura educativa, uno de los puntos más sensibles para las comunidades, se reportó la entrega de 9.846 espacios mejorados o ampliados, con impacto en 123.066 estudiantes, en su mayoría de zonas rurales. Para 2025, se aprobaron además 29 nuevos proyectos por $222.977 millones, varios de ellos financiados mediante obras por impuestos en territorios PDET de departamentos como Chocó, Caquetá y Putumayo.

El bienestar docente ocupó un lugar central en el informe. Durante el cuatrienio, 5.792 maestros accedieron a becas para estudios de licenciatura, especializaciones, maestrías y doctorados, mientras que otros 9.820 participaron en procesos de formación continua. Para el ministro Rojas, el fortalecimiento del maestro no es un complemento, sino “el corazón del sistema educativo”.

En cuanto al Programa de Alimentación Escolar (PAE), el balance de 2025 cerró con 5,6 millones de estudiantes atendidos, cifra que representa más del 85% de la meta gubernamental. En educación rural, el SIMES permitió la apertura de grados de secundaria y media en 271 sedes, apoyadas con 545 cargos docentes temporales y un aumento de 5.503 estudiantes matriculados.

Educación superior: acceso, gratuidad y expansión territorial
Uno de los capítulos que el Ministerio destacó con mayor énfasis fue el de educación superior. Rojas aseguró que “nunca antes el Ministerio había contado con un proyecto de inversión para crear nuevas sedes universitarias”.

En total, se reportan 125 proyectos financiados para el fortalecimiento de sedes universitarias: 43 en obra, 5 en adecuación y 31 en procesos de dotación. A esto se suma un banco de más de 130 iniciativas listas para entrar en vigencias futuras, que —según el ministro— garantizarán continuidad en la inversión territorial.

Este paquete de proyectos serviría como base para una declaratoria estratégica que el Gobierno espera dejar aprobada y que permitiría movilizar $6,7 billones adicionales en los próximos 10 años. Solo en 2025, añadió Rojas, se gestionaron tres nuevas sedes universitarias por $2.000 millones en regiones de la Amazonía, la zona Andina, el Caribe y el Pacífico, como parte de la estrategia de ampliación de la cobertura en educación superior.

Como ejemplo de esta política, el ministro mencionó el Multicampus Universitario de la Ladera, en Cali: un edificio en desuso transformado en sede universitaria pública que, a partir del próximo semestre, será utilizado por siete instituciones de educación superior y que espera beneficiar a más de 5.000 jóvenes del sector de Siloé.