Los pastusos somos toderos, frente al Galeras somos vulcanólogos, en elecciones politólogos, en los escándalos del trago y bienes decomisados a narcos somos magistrados, con las pirámides financistas, en inundaciones ecologistas, cuando maltratan perritos animalistas, si discriminan mujeres somos feministas, en la guerra violentólogos, en fútbol técnicos y ahora epidemiólogos, porque la pandemia es de salud pública, aunque el gobierno se lava las manos con gel antibacterial culpando a la indisciplina de la gente y ésta culpa al gobierno por no dar renta básica; mientras tanto, sigue el cortejo fúnebre.
Especulamos porque ésta pandemia es inédita y la medicina experimental; pero ya se ve que es endémica o habitual, que obligará a vacunarse periódicamente. Las vacunas no evitan el contagio, pero si su letalidad. Sin embargo, no se han vacunado 100 millones de gringos, para incentivarlos pagan 100 dólares, en Colombia más de 3 millones que debían vacunarse no lo han hecho, ya se habla de tercera dosis de refuerzo y que la inmunidad de rebaño se logra con el 80% de habitantes vacunados.
El virus de Wuhan contagiaba exponencialmente a 3 personas. La Gamma que está en Colombia a 5 y la Delta contagia en menor tiempo a 8. Ya se habla de la variante Lambda que puede aumentar la inefectividad de la vacuna.
Estados Unidos y China que producen y regalan vacunas han vuelto a las restricciones y confinamiento, Francia prohíbe a los no vacunados ingresar a sitios públicos, a los colombianos que llegan a España los encuarentenan porque muchos han presentado certificados falsos de vacunación y Colombia se ha abierto desparpajadamente.
El 75% de las vacunas se concentran en 10 países ricos, por eso la OMS suplica demorar la aplicación de las segundas dosis, para que el 10% de países pobres se aplique al menos una ¿Quo vadis?
Por: Chucho Martínez